New Teen Titans: Shadows And Destiny

Capítulo 9

Esa misma noche, el chico no sintió la necesidad de pasar la noche en vela, de vagar por toda la torre buscando algún intruso. Y precisamente, ese fue su error.
Abrió sus ojos de golpe al sentir aquella presencia, estuvo por tomar una daga que siempre mantenía cerca de su cama por si acaso, pero aquella persona fue más rápida que él, y de igual manera con una daga a un centímetro del cuello del joven, le habló.

-El tiempo se termina, Damian- soltó de golpe.

-Eso espero- respondió con su típico tono de superioridad arrogante.

-Cuidado, chico. No querrás defraudar a tu familia-.

-Ninguno de ustedes es mi familia- objetó. -Mi única familia en ese agujero fueron mi madre y mi abuelo, y ambos están muertos. Así que ya no tengo nada que ver con la liga-.

-Te equivocas de nuevo, en ambas partes, aún tienes familia ahí, pero eso no es lo importante, lo que importa es tu responsabilidad como heredero de Ra's Al Ghul-.

-Si, es verdad que aún quedan descendientes de mi abuelo, entonces buscala a ella, busca a Mara- desafío Damian. -Ambos sabemos que ella era la siguiente al manto de Ra's Al Ghul luego de mi traición. Además, la liga no querrá a un traidor por líder- cada palabra que Damian dejaba salir de su boca, aunque no lo pareciera era con sigilo y cuidado. -O tal vez, tu misma, tía Nyssa- se burló Damian. Pues, antes de morir su abuelo, y mientras el seguía siendo parte de la liga, Ra's dictó que Nyssa jamas sería apta para ser su heredera, así que nadie de la liga la siguió, mas bien, siguieron a Thalia.

-Callate, estúpido niño, no te he matado por mi propio bien, pero ahora que ni tu maldita madre o mi inútil padre están para defenderte puedo acabarte y decirle a la liga que la maldición Al Ghul cayó sobre ti-.

-¿Si tanto me odias, por qué no te alejas de mi y buscas a Mara?- insistió.

-Ra's jamás vio potencial en ella, ni en su padre, sólo en ti... sobre todo en ti- explicó. -Como ya sabrás, lo que Ra's Al Ghul dice, se hace. Así que la liga te quiere a ti; traidor o no-.

Luego de darse cuenta de que no había opción, habló.

-Un mes, dame un mes- pidió finalmente, casi como súplica.

-Un mes, nada más- y así, tal como llegó, se fue, sin hacer ningun sonido.