25. Eternidad

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Escuché ruidos lejanos y sentí unos golpecitos leves en mi cara. Estaba en el piso, Zoro me tenía sujeta por la espalda mientras vi que traían una camilla. Luchando con el temor de mi pasado, traté de incorporarme rápidamente pero Zoro me detuvo.

- Robin... Tranquila... Solo van a revisarte... Estaré contigo... - Su voz me adormecía ante la mirada asustada que le devolví. - Cálmate... - Llegaron un par de enfermeras y me pusieron en la camilla para ingresar a urgencias. Zoro nos siguió, pero una de ellas marcó el límite hasta el que podía llegar.

- ¡No! Quiero que venga conmigo... -

- Lo siento... Protocolo del hospital... - La chica no entendía lo traumada que estaba con estas cosas y tampoco tenía porque saberlo. - Tranquila... Estará bien... -

- Bien... Que tenemos aquí... - Un sonriente doctor me recibía en el box. - ¿Cuál es su nombre? -

- Robin... Nico Robin... -

- ¿Edad? -

- Cumplí treinta... -

- Bien... Y... ¿Qué le pasó? -

- Me desmayé... Dos veces hoy... Una en la tarde y ahora... hace poco... -

- Ya veo... ¿Trabaja estudia? ¿Ha estado sometida a mucha presión? -

- No... No... Estoy en casa... -

- ¿Soltera... casada? -

- Con novio... -

- Bien... ¿Hijos? - Su pregunta aunque entendí que era de rutina me causó una puntada dolorosa.

- No... Sin hijos... -

- Cuénteme un poco sobre usted para saber por dónde empezar... -

Completé el resto de las preguntas del doctor mientras me examinaba los ojos, las manos, y los reflejos, la enfermera tomaba mis signos vitales y anotaban todo. Tuve una inquietante sensación de dejavú que no me dejaba relajar el cuerpo.

- Bien... Le indicaré algunos exámenes... Parece estar todo en orden pero debemos saber la causa de sus desmayos... Vuelvo enseguida... - El médico dió las instrucciones, sonrío y salió de la sala.

Zoro pudo pasar después de un buen rato. Se acercó a mí dándome un beso.

- ¿Te dijeron algo? -

- No... Aún nada... ¿Sabes algo de Nami? -

- No, pero cualquier cosa te aviso... Debes descansar... -

- Zoro... -

- Shhh... - Sonrió y me acarició la mejilla. - Te amo... -

- Por favor no te alejes... -

- Claro que no haré eso... Estaré cerca... -

El doctor entraba con los resultados de mis estudios. Vio a Zoro y lo saludó cordialmente pero le indicó esperar afuera. De malas ganas él salió sin dejar de lanzarme un beso.

- Bien... Robin aquí están los datos... Estás en perfectas condiciones... De hecho lo que te ocurre es normal en tu estado... -

- Hable claro... que tengo... -

- Estás embarazada... ¡Enhorabuena!... -

- Eso no puede ser... Yo me cuido y he tenido mis periodos normales... -

- Eso tendrás que verlo con tu especialista pero los exámenes no mienten... De hecho ordené un ultrasonido... - Me mostró los papeles el diagnóstico era claro. - ¿Él lo sabe? -

Déjame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora