Survive (Tom Holland y tú)

Capítulo 13

Durante toda mi existencia dedique mi tiempo a solo a una cosa: El bienestar de Edrei, que fuera una persona apta y competente, que en el existirían los valores que el mundo perdió incluso antes de la infección, ahora nada tenía sentido, como agua en las manos nisiquiera pude preverlo o hacer algo al respecto. 

-¡Malditos mal nacidos!- ¡Quemaré toda su maldita barricada! - ¡¿Dónde está mi hermano?! ¡Quiero verlo, cabrones asquerosos!- mi voz salía ronca y temblorosa de mi boca, perdiendo fuerza conforme me levantaba intentando sacar la fuerza que no tenía para liberarme y clavarles un cuchillo en la yugular-. 

-Eres ruidosa- aseguro Thomas aun de cunclillas sin inmutarse ni un poco por mis movimientos bruscos- Tu hermano muerto-río socarrón antes de dedicarle una sonrisa cómplice al más pequeño que cerro mi mochila antes de llevarsela al hombro- arriba- ordenó-. 

-Pudrete- le escupí con  violencia acto al que respondió más violencia tomándome del brazo con fuerza antes de tirar hacia arriba, llevándome a rastras-. 

-Sabes...me es decepcionante saber que tan linda belleza puede llegar a ser tan supersticiosa...nos has juzgado sin siquiera tomarte el tiempo de conocernos, creo que te resultaría ventajoso saber que nosotros no hemos matado a tu hermano- dijo aun tirando de mí hasta llevarme al interior del edificio con facilidad en la que sus palabras me habían dejado atonitas-. 

-¿Dónde está mi hermano? esta es la última vez que pregunto- mi amenaza fuerte y sólida salió más como una suplica patetica-.

-Camina y lo sabrás- respondió un tanto desesperado por mi actitud, empujándome  para que caminara delante de él y detrás de "Patrick" que abría las camino con seguridad empujando un par de puertas encontradas oxidadas cuyos vidrios polarizados impedian la vista de lo que yacía  dentro- un solo truco y cortaré ese lindo cuello huesudo que tienes-. 

Amenazó obligandome a obedecer, tal vez si lograba romper el vidrio de aquella puerta liberarme y tener la mínima chance de pelear, tal vez y solo tal vez tendría la oportunidad de matarlos. 

-Lo mismo va para tu hermano...se inteligente- sentenció el pelirrojo girándose ligeramente-. 

Intentar atacarlos solo les daría cuerda para que nos matasen, un riesgo que hubiese estado dispuesta a correr de haber tenido a Drei  a mi lado, pero no era si, no lo tenía cerca y no haría algo que arruinara su supervivencia. 

Un largo pasillo se extendía delante nuestro, varios afiches aún colgaban con anuncios intangibles por las paredes forradas de una alfombra rojo carmesí diferenciando las cuatro dimensiones simplemente por el suelo que era suplantado por una alfombra negra mohosa que  desprendía pequeños salpicones de agua conforme pisabas. 

El trayecto eternamente largo término al llegar al final del pasillo donde dos puertas negras encontradas eran protegidas por un sistema de seguridad arcaico y futurista, algo ingenioso hecho con las piezas más simples, una lata, el tablero de un auto, parte de un estereo, tecnología sofisticada que solo un cazador sofisicado puede crear.   

-¿Qué es este lugar?- pregunté impávida, notando como varios cordones de luces fluorescentes ahora estaban amarillentos sobre las orillas del suelo-. 

-Adivina tu, aquí la gente se permitía sentir, aquí la gente se permitia ser humanos, lloros, risas, cánticos y  alborotos, conformes e inconformes de ver como los demás les restregaban sus  errores en la cara- dijo Thomas detrás de mí, pasando su mano derecha por entre mi brazo, tomandome de la cintura hasta pegarme al punto que pude sentir su delgado pero bien formado abdomen, dándome la oportunidad de rozar su pelvis con el dorso de mis atadas manos al más mínimo movimiento- Aquí la gente dejó más que alma- susurro en mi oído al instante un escalofrío recorrió mi ser- decencia- susurro irónico mordiendo el lóbulo de mi oreja izquierda ligeramente, antes de soltarme, complacido ante la frialdad de mi piel que no podia combatir contra su sangre caliente-.