Cuando el mundo comienza a desmoronarse poco a poco, hasta caer a cachos ¿Qué es lo que se puede hacer por sobrevivir? sin moral, sin reglas, solo animales en busca de vida.
"Te estoy siguiendo de cerca Collins- ponía con esa letra amontonada lige...
El mundo estaba a un mar de distancia de mí, podia escuchar las explosiones, el ruido e incluso como me llamaban, sin embargo mi cuerpo no reaccionaba a mis ordenes ni siquiera cuando intente abrir los ojos.
-___, ___ despierta- escuche a Tom, a sabiendas que estaba a mi lado pese a que lo escuchaba a metros de distancia, en un acto de fuerza sin sentido, enfoque toda mi energía entre abrir los ojos, la vista era borrosa pero prometedora, con Thomas tomándome de la cara obligándome a verlo - Ya casi Eris, falta poco- me dijo como último su silueta borrosa antes de dedicarme una sonrisa relajada, como si verme viva le llenara el alma-.
-¡Hey!- gritó el pelirrojo al otro lado de la sala, rematando los cuerpos sobre el suelo mientras que el resto de las bestias se amotinaban para salir desesperados del lugar- ¡Se van!- grito emocionado, pasando de largo algo que yo no podía-.
Edrei...
Le ordené a mis piernas moverse de inmediato, muy por el contrario, solo conseguí soltar un espasmo entorpecido, no podía hablar, mucho menos moverme.
-Edrei- me apresure a decir con esfuerzo, llamando la atención del castaño que miro hacia la puerta antes de levantarse dejándome atrás- Edrei- me repetí para mi misma escuchando a la bestia gruñir, obligándome a girarme de costado antes de arrastrarme adolorida por el suelo, pasando sobre el cuerpo de aquellos bestias muertas-.
Había perdido a Clancy, incluso si siguiera vivo ya no tenía ningún derecho sobre él, mi falta de fuerza, edad o experiencia me había hecho elegir entre mis dos hermanos y yo elegí al más débil, porque me veía en él, en la manera que sus piernas temblaban, tanto que lo elegí a la espera de que alguien alguna vez, me eligiera a mi.
-Drei- exclamé sintiendo el cosquilleo de mis piernas temblorosas atravesar mi columna conforme me arrastraba hasta llegar al final de las butacas-.
Tenía que defenderlo así fuera lo último que hiciera.
Un par de gemidos dolorosos más, como si realmente fuera capaz de hacer algo en ese estado, asome parte de mi cuerpo a través de la pequeña barrera entre las butacas y la salida.
Thomas estaba de pie, inmóvil e impresionado, mirando más allá en el pasillo.
Donde Edrei clavaba su cuchillo en repetidas ocasiones sobre el cuello de la bestia que cada vez más débil le tiraba golpes al pelinegro e intentaba tomarlo del muslo y el estómago, conforme Edrei lo esquivaba para volver a clavar su cuchillo, hasta el punto que la cabeza salió despedida de la bestia que cayó de bruces contra el suelo aun moviéndose a la espera de atrapar a Edrei, que soltó el cuchillo sobre el suelo para inclinarse tomando la cabeza de la bestia, cuyo par de tuétanos aun conectaba su cabeza con su cuerpo antes de tirarla con fuerza, lanzandola antes de que la criatura se retorciera en espasmos para finalmente morir.
Después de todo, el niño no era tan débil y despues de todo el niño que nació débil tenía algo que los niños fuertes no: valentia.
Confiada, sintiendo mi cuerpo adormecido y mis párpados cerrados finalmente me atreví a descansar mi cabeza sobre el suelo por un momento.
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Solo por un momento estuve de vuelta en casa, en aquella casa con paredes de arcilla y jardín grande, con ese olor a sopa recién hecha y a detergente para ropa.
-____, tráele un vaso de agua a mamá por favor- escuche a papá pedirme, mientras asomaba su cabeza ligeramente por la puerta que guiaba a la sala-.
-Sip- respondí tomando un vaso con estampado de flores, sabía que mamá estaba enferma por culpa de los bebés y aveces los odiaba por eso, pero despues me sentía mal por haberlos odiado, así que los volvía amar-.
Tan rápido como el vaso tubo suficientemente agua dentro camine hasta la sala que estaba llena de fotografías de personas cuyos nombres nunca recordaba, sobre el sillón de tela verde, se encontraba mi madre, pellizcandose el puente de la nariz y con los ojos y parte de la nariz roja-.
-Mami ¿Has estado llorando?- pregunté apoyando el vaso sobre el descansabrazos, sobre su brazo descansaba eternamente una intravenosa, pasándole la medicina suficiente para mantenerlos con vida y ojala tambien hubiese llevado una intravenosa que le pasara valor- mamí- la llame y a su lado mi padre alzó la vista levemente para verme- se que ellos te duelen y que tal vez no debiste comertelos, pero ya verás que algún día ellos te darán muchos besitos y yo los voy a cuidar mucho mucho-.
-¿Los vas a cuidar mucho, corazón? ¿Lo prometes?- preguntó mi padre enternecido alzando la vista-.
Y tuve que pensar en la respuesta, porque sabía lo peligroso que podía ser si rompía una promesa.
Lo sabía por la manera en que mamá lloraba cada vez que le gritaba "Dijiste que ya la habías dejado, que ella no significaba nada para ti, tu lo prometiste idiota".
Y yo no quería ser una idiota.
-Sí, lo prometo, los cuidare con mi propia vida- asegure inflando el pecho y llenando mis mejillas de aire en un acto valiente, sacandole una risotada a papá y una sonrisa a mamá-.
Antes de que la casa y todo a su alrededor se levantará hasta volverse cenizas, oscureciendo el lugar, que aun sucio y desgastado, seguía siendo mi hogar, cuyo sillón ahora permanecía roto y vacío y cuya niña se volvió adulto, mirando a través del espejo de la ventana que había perdido sus mejillas grandes y regordetas.
Más delgada, más magullada, con los ojos cansados y la desconfianza a flor de piel, llevando como hábito el hacer promesas por el puro placer de tranquilizar a aquellos que las creen, a sabiendas que no las podría mantener.
-___- escuche a mi hermano llamarme a la lejanía- ____- escuche su voz con fuerza chocar contra mi cerebro y activar mis sentidos, Edrei estaba a mi lado, con su mochila al hombro y la mía entre las manos, su expresión seria era incapaz de delatarme nada, incapaz de ver al niño que se escondía asustado a mis espaldas-.
-Edrei- lo llame aun aturdida, durante el tiempo que estuve inconsciente alguien me había subido de nueva cuenta al escenario, cubriendome con una camiseta a cuadros de manga larga en azul y amarillo-.
-Arriba, es hora de irnos, ___- dijo con seriedad y precisión empujando la mochila hacia a mi al igual que el control fabricado por New -.