Cuando el mundo comienza a desmoronarse poco a poco, hasta caer a cachos ¿Qué es lo que se puede hacer por sobrevivir? sin moral, sin reglas, solo animales en busca de vida.
"Te estoy siguiendo de cerca Collins- ponía con esa letra amontonada lige...
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-¡Collins!-.
-Cariño ¿Has probado el dolor en labios ajenos?-.
Ganar la batalla era imposible, aun si consiguiera colarme en la ventilación él castaño estaría solo peleando contra la manada y esta terminaría por matarlo.
-¡Debemos actuar ahora Collins!- grito pesadumbroso alejando su cara los dientes rotos y desfigurados de un skinned con dificultad, ahora más que nunca se estaba cansando y no duraría mucho-.
-Siempre tienes un plan para todo, eres fiel a ti misma incluso si eso te mata- Clancy... ¿donde estas?-.
No...quiero verlo morir.
No...
-¡Maldita sea!- grité yo corriendo, esquivando a dos de las criaturas antes de inclinarme, tomando la cuchilla de Tom que me miró levemente sorprendido-.
-¡¿Qué estás haciendo?!- gritó él en medio del traqueteo, interponiendo su arma entre la muerte y el pero sin apartar la vista de mi cuerpo-.
Estaba cansada, no tenía elección, no había mejor plan, no había nada.
-¿Qué harás el día que finalmente te quedes sin puerta de salida?- preguntó aquel en ese entonces, con la cara llena de lodo y los dientes tiritirantes de emoción-.
-No lo sé- susurre sin voz pero a pesar del ruido y los gruñidos el castaño pudo oírme abriendo los ojos de par en par entre su arma y su cruel destinatario solo para ver cómo pasaba la cuchilla por mi antebrazo dejando sobre el cuchillo parte de mi sangre que rápidamente llamó la atención de las bestias-.
Sin puerta de salida...
-Buscaré una ventana- susurre al pelinegro y este me miro serio-.
-¡___!- escucho que Thomas me llamo a la espalda, pero no había vuelta atrás o lo intentaba todo o perdia todo-.
Perder...
-Derecha, izquierda-susurre sin voz, ahora toda la manada se habia concentrado en mi emprendiendo una pelea por atraparme mientras que uno que otro era atrapado por Tom en el acto-.
Un gruñido más resonó dando aviso justo a tiempo para colarme debajo de los asientos antiguos dándome a su vez el tiempo justo antes de que comenzaran arrancarlos uno a uno en mi búsqueda.
Ganar
¿Qué es lo que se gana una vez que se ha perdido?
-¡Ahh!- no pude evitar quejarme cuando uno de ellos clavó parte de sus uñas en mi talón tirando de mí hacia atrás a la vez que a mi cabeza otro de mayor tamaño sin parte de las encías tiraba presuroso del asiento intentando desprenderlo -¡suéltame, porquería!- grite pero sin embargo no fue mi arma la que acabó con su existencia y tampoco la de Thomas-.
-¿Qué es lo que has perdido tu? ¿Porque tan triste,___?- Felicia...-.
-No es un tema que corresponda más a esta vida...-susurre a la anciana en aquella ocasión y cierto era que prefería no dialogar con ella, ruidosa y descuidada, lo unico que le podia atribuir era su vejez y su sabiduría-.
Y eso reconfortaba.
-¡Edrei!- delante mío, en mitad del escenario se encontraba mi hermano de pie, tembloroso, confundido y asustado sosteniendo su revólver- ¡Drei!- grite asustada al ver las criaturas abalanzándose hacia él-.
Pero ni siquiera lo hacían... simplemente lo pasaban de largo... como si su mera existencia no les importara.
-¡Tom mira!- gritó Paddy del otro lado, equipado con un par de tubos como los ferrer pero en cuchillos curvos y cuyo mango negro era cubierto por sus guantes arcaicos, señalando a Edrei tan sorprendido como la primera vez-.
La escena se detuvo para todos en la sala, mi hermano casi invisible podia pasar desapercibido.
-¿Porque lloras cariño? ¿Acaso no confías en tu hermano? -.
-¡Edrei tienes que matar al gordito, por los ductos, eres el único que puede hacerlo!- gritó Tom con la voz ronca captando la atención de un skkined de huesos torcidos y la atención de mi hermano-.
-¿Quien es Clancy?- preguntó la anciana con audacia y por primera vez en años quise echarme a llorar-.
Clancy...mi niño.
-No...¡No, no, no!-grité temerosa saliendo con descuido de los asientos de la sillas, podia sentir los golpes pero no sabía de dónde venían- ¡Edrei vete de aquí!- le grite y el desvío su mirada del castaño para verme antes de volver a ver hacia a Tom que estaba dispuesto a entregarle un arma igual a la de Paddy cuyas chispas salían de vez en cuando- No, no lo mires a él, mírame a mí- suplique en medio del traqueteo de una pareja de skinneds cuya piel seca se adherirá a su cuerpo lleno de tumores- ¡Edrei, mírame!- grite justo cuando había tomado el cuchillo entre sus manos para voltear a verme empapada de sangre ajena- confia en mi Edrei-.
-No- dijo firme negando con la cabeza-.
-Edrei no era solo Edrei...él no, ellos eran- intentaba hablar, pero que dificil era revivir la historia cuando esta te llenaba de agua los pulmones-...gemelos, ellos eran gemelos, Edrei y Clancy, uno débil y uno fuerte... si los mirabas juntos demasiado tiempo, llegabas a pensar que Clancy le robaba la vida a Edrei...- chille de rodillas y la anciana me miró con lástima- quería cuidar de ambos, yo debía cuidar de ambos-.
-Tu confía en mí-dijo el niño débil antes de correr esquivando las bestias conforme intentaban alcanzar a Patrick quien le abría paso de poco en poco hasta que él fuera capaz de meterse por el ducto de ventilación-.
Hasta que no lo pude ver más.
Nunca más
- ¿Qué le pasó a Clancy?- preguntó la anciana sentándose delante mío, tomándome del rostro con tristeza para que la mirara a los ojos-.
-Lo abandoné...lo dejé atrás- escupía tanto las palabras que me sorprendió que pudiera entenderme- un bebé fuerte y hermoso, con las mejillas rosadas y pestañas gruesas y largas...todo un ángel... alguien, alguien cuidaría de él, pero mi Edrei, débil, delgado, pálido como la arcilla... nadie cuida de los débiles-.
-¡Collins reacciona!- grito Thomas delante mío, mientras que estaba paralizada, incapaz de moverme, observando como el castaño peleaba delante mío-¡Lo que sea que tenías pensado hacer es mejor que lo hagas ahora!-.
-No es tu culpa, eras una niña y estabas aterrada, hiciste lo que creíste correcto en ese momento-mencionó la anciana antes de bajar sus manos cuyo rojo carmesí comenzaba a perder color al mismo tiempo que se unía a su cutícula- le diste a tu hermano la oportunidad que se le fue arrebatada incluso antes de nacer-.
¿A qué clase de Dios estoy jugando, manteniendo vivo al que sufre y matando al que pudo vivir?
Salí corriendo tan rápido como mis piernas reaccionaron, si Edrei era el unico que podia pasar desapercibido entonces le daría el tiempo suficiente.
Perdón por actualizar hasta ahora, Wattpad me dio problemas durante un tiempo sin dejarme abrir las historias, tuve que instalar e instalar diez veces y por poco llegó a creer que habia perdido todas mis historias.
Muchas gracias a todas por leer, espero que este corto y lento capítulo haya sido de su agrado, muchas gracias de verdad por todo el apoyo.
