Capítulo 1.

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Era una noche como cualquier otra, todas las mesas llenas, mujeres con estrambóticos atuendos llevadas de las manos por hombres corteses y adinerados, música clásica interpretada por el grupo en vivo del Diamond, el chef ajetreado preparando sus exquisitos platillos, hasta el momento ningún plato devuelto de mala gana por algún cliente molesto y petulante, todos contentos trabajando en el gran restaurante.

- Hey Kara, muévete cariño ¿En dónde está tu cabeza hoy? - dijo Cat, una de las meseras más antiguas del Diamond, rubia, 46 años, soltera con dos hijos, lo más parecido a una familia que tenía Kara, en ese momento la joven estaba con su espalda inclinada en la pared, con la bandeja vacía entre su pecho y sus brazos, dejándose llevar por sus pensamientos, la comida se acababa en su nevera, las deudas cada vez eran mayores y debía dos meses de alquiler, sin contar con algunos trabajos de la universidad en donde tenía que gastar más dinero, definitivamente no estaba en sus mejores tiempos.

 - Perdona Cat, ¿Dime?- dijo mirándola con los ojos llorosos, pero sin atreverse a soltar ninguna lagrima, para eso tendría ya bastante tiempo al llegar a su departamento.

- Cariño, luego hablaremos de esos ojos tristes, pero Hank está esperando por ti, el lugar está lleno y necesita que atiendas a una mesa específica esta noche.- Hank es el chef principal, le tenía gran estima a Kara y viceversa, prefería enviar a Kara para que atendiera a sus clientes más importantes, por su delicadeza y jovial actitud.

- Está bien Cat, voy enseguida.- dijo Kara caminando hasta la cocina para reunirse con Hank.  

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- Vamos Lena, acepta ir a esa fiesta, solo entablarán una conversación y si no te gusta no hay más de que hablar.- dijo Lilliam, una señora elegante y presuntuosa, quien entablaba una conversación con su hija en el Diamond, en una mesa un poco alejada del bullicio.

- Entonces no hay nada más de que hablar, porque a ese hombre no necesito hablarle para saber que no me gusta, madre, no quiero otro matrimonio, estoy bien así, no necesito tener un hombre a mi lado para darme a conocer, así que... qué te parece si dejamos esa conversación en el olvido y pedimos nuestra comida, tengo mucha hambre.- dijo la morena con obstinación. 

Desde que se había divorciado hace dos años, su madre estaba empecinada en encontrarle marido, sin si quiera tomar en cuenta lo que pensaba Lena, no quería más hombres en su vida, suficiente tuvo con James, aunque quedaron en "buenos" términos, durante el matrimonio fue un verdadero infierno, ella nunca lo amó, se casó más bien por una de las peticiones de su madre, ahora ella se encontraba libre de hacer con su vida lo que quisiera, sin embargo, se limitaba a tener algunos deseos en secreto. 

- Solo por ahora, porque también tengo hambre, luego continuaremos.- le dijo Lilliam, mientras notaba como una mesera se acercaba a ellas.

- Buenas noches señoras, el chef Hank me ha pedido personalmente, que les dé la bienvenida y las gracias por haber elegido el Diamond para disgustar la cena de esta noche.- dijo la joven rubia que llegó a la mesa por petición del chef, se dispuso a entregar a las dos mujeres la carta, pero solo una se la recibió de momento, la joven mesera se mantuvo con la carta frente a la mujer desconocida que estaba embelesada en su celular con el ceño fruncido, Kara pensó en sacarla de su trance pero el temor la detuvo y es que la mujer tenía aires de ser de ese tipo de mujeres adineradas pero altaneras con los que no son de su estatus.

- Lena no dejes a la señorita con la carta extendida.- dijo Lilliam, recalcando el "señorita" mientras miraba a la joven como un bicho raro, en ese momento la mujer de cabello color azabache movió la mano para que dejara la carta sobre la mesa sin ni siquiera quitar su vista del celular, lo cual verdaderamente disgustó a la joven mesera, pero así lo hizo, dejó la carta para esperar que las mujeres decidieran lo que iban a pedir.

Señora Luthor - Adaptación Supercorp-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora