Señora Luthor - Adaptación Supercorp-

Capítulo 17.

Valentina.

¡Maldita imbécil!

Sabía que me encontraría aquí a Lena, pero nunca pensé encontrarme de nuevo con la idiota de su puta.

¿Por qué la trajo? Con ninguna se ha comportado de la forma en que lo hace con esta, lo sé todo, lo he investigado todo, ayer pasó la noche en su casa... ¡En su maldita casa!, jamás me llevó a su casa aunque se lo pedí, siempre me trató como a su puta y no voy a permitir que con esta sea diferente.

Si no quiso cambiar su vida conmigo... no lo hará con nadie más.

Contraté a alguien para que se escabullera en su propiedad y captó todo para mí; el baño de espuma, sus cuerpos desnudos y el sexo con chocolate.

La querida Señora Luthor debería de tener más cuidado con su privacidad.

Si alguien pudo verlas en semejante intimidad, muchas otras cosas se me pueden ocurrir.

Ahora tengo en mis brazos a su imbécil amante de turno para abrirle los ojos y hacerla sentir tan poca cosa, como la señora me hizo sentir en su tiempo.

- ¿Entonces? – preguntó en mi oído ya que la había aprisionado completamente entre mis brazos mientras le daba largas para bailar un par de canciones más.

- Insisto en que debes unirte a mi.- le dije sin más, ella trató de zafarse pero no se lo permití.

- Ya te dije que no quiero tener que ver nada con eso, es más, no te servirá de nada intentar algo en contra de la Señora Luthor, tú saldrás perdiendo...

- De verdad te has creído especial ¿No es así? ¿Te ha hecho sentir así? – le pregunté de vuelta en su oreja.

- ¿Qué sucede si soy especial? ¿Tienes algún problema? – me preguntó con la voz endurecida, pude sentir en mis brazos su cuerpo tensarse. De verdad la ha hecho sentirse especial.

- Bien, dime ¿Cómo consiguió hacerte sentir diferente? ¡Oh! Déjame adivinar... ¿Baños de espuma? O ¿Sexo con sabor a chocolate? Que por cierto... es su favorito.- le dije triunfante, pude saber que había logrado mi cometido cuando sus pies dejaron de moverse.

- ¿Cómo sabes... eso? – me preguntó casi sin voz.

- Cariño, lo hizo muchas veces conmigo...- le dije apretándola más a mí, recorriendo su espalda hasta llegar al inicio de sus nalgas.

Ella se dejó hacer, se dejó abrazar, rendida ante mi contacto supe que por hoy había ganado.

¡Apenas empieza el juego!

...

Kara.

Puede estar mintiendo.

Entonces, ¿Cómo sabe esas cosas?

Precisamente esas.

Esto es solo un juego para Lena, el imponer esas reglas para hacerte sentir diferente y especial cuando en realidad... somos iguales para ella.

La misma puta que satisface sus deseos por dinero.

Quisiera salir corriendo y olvidarme de todo esto, olvidarme de ella para siempre.

Al fin de cuentas siempre lo supe, Lena solo sería un recuerdo, un mal recuerdo y al mismo tiempo el mejor.

Siempre supe que con ella sería esto, bueno y malo, blanco y negro, ternura y... dolor.

Mucho dolor.

Ahora para terminar mi feliz noche, siento a alguien jalarme bruscamente por el brazo, cuando logro mirarle a la cara me encuentro con sus ojos más fieros que nunca.