Capítulo 33.

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Cada segundo compartido por ambas era importante para ellas ya que la presencia de la otra se había convertido en vitalidad, tan necesaria como el aire, tan importante como el latir de sus corazones.

Lena ha logrado superar sus miedos poco a poco, siendo su cuerpo el primero en pedir aquellas caricias a las cuales antes se negaba.

Kara volvió a escribir la poesía emanada de su alma teniendo a la musa perfecta, Lena es la musa de todos sus versos.

La azabache se encontraba encerrada en su oficina, trabajando sin descanso y sin esperar la sorpresa, la joven inquieta, desesperada por verla decidió sorprenderla con su presencia.

- Deseo verte, lo sé, también te extraño.- decía la azabache al teléfono antes de ser interrumpida por su secretaria.

- Disculpa, Lena, tienes visita.- avisó Sam un poco incomoda, desde hace días el ambiente era tenso ya que el carácter de Lena variaba unas diez veces al día por alguna razón que ella desconocía, pidió al cielo que la presencia de Kara le ayudara en algo, también se quedó extrañada por la conversación que acababa de escuchar.

- ¿Quién es? - preguntó Lena tapando el teléfono con su mano.

- Kara.- respondió Sam a espera de su reacción, ¿A quién desea ver si Kara está al otro lado de la puerta?

Inmediatamente la azabache se llevó el teléfono al oído y dijo un rápido "Debo colgar", acto seguido se levantó y le indicó a su secretaria que la hiciera pasar.

La joven cruzó la puerta con una sonrisa deslumbrante en su rostro, una rosa roja en su mano y con el corazón saltando de emoción.

Definitivamente eso es amor...

- Mi amor.- la azabache se acercó y besó sus labios.

- la azabache se acercó y besó sus labios

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- Espero no te incomode mi visita.- Kara le sonrió con cariño.

- ¿Cómo me va a incomodar?, llevo toda la mañana deseando verte.- le contestó con una sonrisa, perdiendo su mirada en la rosa que llevaba en la mano, Kara se la entregó sin decir nada y ambas se miraron en silencio.- Es hermosa.- susurró la mujer mayor sin dejar de mirarle.

- No tanto como tú.- la joven rubia la besó con delicadeza.- No quiero parecer acosadora, ni quitarte todo tu tiempo y espacio, pero necesitaba tanto verte.

- ¿Sucede algo? - preguntó la azabache con preocupación.

- Sucede que soy una cursi que muere por ti, necesito verte al menos veintitrés horas al día, aunque si fuese posible... las veinticuatro horas me gustarían más.- colocó sus brazos alrededor de Lena en un abrazo.

La azabache respondió su abrazo sin decir nada, estaba perdida en sus pensamientos, en algo que venía meditando hace días.

- Kara, yo...- antes de que pudiera terminar la frase tocaron la puerta, Sam se asomó ligeramente por la puerta, disculpándose por su interrupción y entrando con sus manos ocupadas por un gigantesco ramo de rosas blancas. Kara observó el ramo en silencio, sintiéndose cada vez más pequeñita y con ganas de tragarse su única rosa.

Señora Luthor - Adaptación Supercorp-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora