Lena Luthor, una mujer acostumbrada a obtener todo lo que desea y a manejar su vida a su antojo.
Kara Danvers, una joven humilde que lucha por seguir adelante y alcanzar la felicidad que nunca tuvo.
Ambas mujeres se ven atrapadas en una propuesta co...
Quisiera decir que estoy furiosa por su presencia, quisiera decir que no la quiero ver, pero me estaría mintiendo a mi misma si no acepto que desearía lanzarme a sus brazos a pesar de todo.
A pesar de Imra.
Estoy un paso detrás de ellas observando su duelo de miradas, Imra la mira enfurecida, mientras que Lena sigue con su petulante sonrisa.
¿Cómo puede ser tan descarada?
¿Cómo puede ser tan perfecta?
- ¿Quién se cree que es? - le gruñó Imra sin retroceder un centímetro de distancia.
Lena rió descaradamente, yo sólo la miraba tratando de mantenerme firme mientras sentía como mis rodillas flaqueaban al escuchar tan melodiosa risa.
- ¿De qué se ríe? - preguntó Imra perdiendo la paciencia, Lena movía imperceptiblemente la cabeza.
- Pequeña, estoy segura de que ya sabes quién soy.- mordió su labio inferior.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Sea quién sea no tiene el derecho de meterse en... - ambas se estaban alterando.
- Me meto en donde se me dé la gana.- dijo una Lena seria.- Así que será mejor que te apartes de mi camino.
- No le estoy impidiendo el paso, señora.- Lena rió nuevamente.
- Me encanta que me llamen así.- decidí intervenir antes de que Imra dijera algo.
- ¡Por favor! - alcancé a decir cuando mi cabeza dio vueltas y no pude sostenerme sobre mis pies, me sujete de los brazos de Imra y ella me ayudó a sentarme mientras que Lena miraba todo desde su lugar, pude notar cierta preocupación en sus ojos.
- ¿Estás bien? - preguntó Imra tocando mi frente.
- Si, ha sido el calor... sólo eso.
- Buscaré un poco de agua, cariño.- se fue rápidamente, no sin antes lanzarle una mirada asesina a Lena.
En cuanto se fue, Lena se acercó a mí.
- ¿Estás bien? - escuché su suave voz.
- ¿Desde cuándo te interesa cómo estoy? - solté con rencor.
- Siempre me ha importado, mi amor.- tomó asiento a mi lado.
- No me llames así, no seas una hipócrita.- quise levantarme, pero el fuerte dolor de cabeza me lo impidió.
