Lena Luthor, una mujer acostumbrada a obtener todo lo que desea y a manejar su vida a su antojo.
Kara Danvers, una joven humilde que lucha por seguir adelante y alcanzar la felicidad que nunca tuvo.
Ambas mujeres se ven atrapadas en una propuesta co...
Son las 3 de la mañana, al fin he terminado mi jornada, recojo mis cosas para irme al fin a casa, estoy exhausta, agotada, fue un día duro y para completar la veo a ella, precisamente hoy que mi día no puede ser peor.
Ella está hermosa como siempre, no puedo explicar lo que sentí cuando la vi, al principio quise resistirme y dejar que mi compañera la atendiera, pero necesitaba tener algún tipo de contacto con ella, mi poca esperanza y mi ilusión que creció solamente con verla se desmoronó en cuestión de segundos, los segundos que transcurrieron mientras la mano de su hermosa acompañante se posó sobre la suya, seguramente era su amante, su nueva conquista o algo más que eso, y es que apostaría que por ella si se deja tocar, si se deja besar y no la hiere por ese simple hecho, no como a mí, que por el simple desliz de un casto beso... hirió mi piel y mi corazón.
¿Cuánto tiempo más necesito para olvidar? Para olvidara una mujer que me enseñó un nuevo mundo, me hizo abrir los ojos y ver que iba por el camino equivocado.
Después de ella fue otra historia, entendí mi falta de emoción por los besos y caricias de Mike, entendí la diferencia entre tener sexo con un hombre y tener sexo con una mujer, entendí que lo mío, lo mío era ella y no él.
Terminé nuestra relación y decidimos quedar como amigos, pero todo era una ilusión, dejamos de vernos, de hablarnos y de escribirnos.
Tres meses son muy pocos, a veces parece que necesito una eternidad para olvidar a Lena, esa mujer caló en lo más profundo de mi ser aún siendo una bruja, una imbécil sin corazón, aunque se esfuerce en parecer un tempano de hielo, sus ojos a mi no me pueden mentir, cuanto daría por conocer que fue lo que le pasó para que sea lo que es ahora, esa imbécil sin corazón.
Camino hacia mi nuevo departamento a dos cuadras exactas del Diamond, al final terminé aceptando su dinero y lo invertí en mi nuevo hogar, puedo decir que cada cuanto recuerdo como conseguí el dinero, pero trato de olvidarlo y lo estaba logrando hasta hoy.
- Kara.- escuché una voz ronca detrás de mí mientras cruzaba en la esquina de mi calle, di la vuelta y me encontré de frente con el pasado que trato de olvidar.
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- Len... Señora Luthor.- dije tratando de que no se notara mi nerviosismo.
- ¿Cómo estás? – dijo acercándose a mi sin quitar sus ojos de los míos, como si quisiera traspasar, como si quisiera adentrarse en mi.
- Bien ¿Y usted?
- Bien, me alegra que estés bien... ¿Ahora vives aquí? – me preguntó observando el edificio.
- Así es... ¿Qué quiere? – pregunté directamente, está claro para mí que no venía a saludarme y menos a estas horas, me miró un poco sorprendida, pero luego regreso a su compostura sin emoción.
- Te quiero a ti.- y esta vez sus ojos revelaron más de lo que hubiera querido, esas palabras me transportaron al momento en donde empezó todo, mi cuerpo tembló y abrí ligeramente la boca sin pronunciar palabra.- Te tengo una propuesta.- dijo varios segundos después.
