Capítulo 4.

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La noche anterior había sido esplendida, había pasado toda la velada examinando cuidadosamente cada detalle de la hermosa joven, después de haber aceptado tener una reunión para hablar del posible "negocio" la mesera insistió en que la dejara hacer su trabajo y así fue, a Lena le fascinó su timidez, la dulzura de su voz, y aunque sabía que la chica estaba ajena a sus preferencias pudo notar en su comportamiento que tal vez no era tan heterosexual como piensa, de vez en cuando lograba mirarla sin evadirla, en esos pequeños momentos logró ver un destello en sus ojos, le gusta lo que ve, así que la joven no era un caso perdido, lograría terminar esas dos semanas felizmente, porque estaba segura de que aceptaría.

Pero, a veces nada sucede de acuerdo a nuestros planes y lo que sucedía con estas dos mujeres... negándose a la posibilidad de que la vida les jugara una mala o tal vez no tan mala pasada.

Lena citó a la joven a la habitación de un hotel, donde la azabache sabía que era muy reservado, encargó una esplendida cena, velas, vino y rosas rojas, preparada para encantar a la dulce joven.

Estaba fumando un cigarrillo cerca de la ventana, ya preparada para la noche, lucía un vestido color negro que le quedaba perfectamente ajustado a su silueta, le llegaba poco antes de las rodillas, zapatos de tacón alto, tenía su cabello perfectamente liso, con sus labios provocativamente rojos y un perfume que embriagaría a cualquiera, esa era su intención.

Kara ya se encontraba a punto de tocar la puerta de la habitación, sus manos temblaban, su garganta dolía, tenía los nervios enloquecidos, respiro profundo y tuvo la valentía de llamar, la puerta fue abierta rápidamente, como si la azabache estuviese esperando tras ella su llegada, la verdad es que estaba impaciente, no sabía el por qué pero con Kara le parecía un poco más complicado.

Kara ya se encontraba a punto de tocar la puerta de la habitación, sus manos temblaban, su garganta dolía, tenía los nervios enloquecidos, respiro profundo y tuvo la valentía de llamar, la puerta fue abierta rápidamente, como si la azabache estuvi...

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- Buenas noches.- dijo Kara tímidamente.

- Buenas noches, Kara.- dijo la azabache mirándola de pies a cabeza y haciéndose a un lado para que pasara, la rubia llevaba un vestido color azul, mucho más corto que el que llevaba Lena, y esta no pudo evitar mirar descaradamente sus contornadas piernas.

- ¿Qué tal estás? – Preguntó Lena guiándola a la mesa, la joven estaba absorta viendo la elegancia y la clase del lugar, todo estaba perfecto ante sus ojos, al igual que la hermosa azabache que había conseguido acortarle la respiración.

- Bien... y ¿Usted? – dijo entrecortadamente, carraspeo para que la próxima vez su voz no se notara tan torpe.

- Puedes tutearme, siéntate por favor.- quedaron frente a frente, observándose detenidamente, hasta que Lena rompió el silencio.- ¿Quieres que empecemos? – La chica solo asintió nerviosa por lo que venía a continuación.

- Bien, de esto se trata... me ofrecerías tu compañía por dos semanas enteras, nadie puede saber que estás conmigo, no debes ni siquiera decir que me conoces si no es oportuno, estuve investigando y espero no te importe, a cambio pagaría la totalidad de tus deudas, mas el año y medio que te falta de universidad y tu departamento.- Kara la miraba atónita mientras hablaba como si nada, como si estuviesen hablando de la película del momento.- Considero que somos adultas, así que cuando hablo de compañía... entiendes a lo que me refiero ¿No es así? – preguntó mientras servía dos copas de vino.

Señora Luthor - Adaptación Supercorp-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora