¿Cuál es la prisa de un niño en querer crecer?
¿Cuál es ese afán de querer ser adulto?
Una niña azabache de ojos verdes azulados, soñadora como muchas otras, como tantas otras, Lena jamás se imaginó que el resultado de una vida repleta de sueños fuera esto, cuatro paredes que aguantan sus gritos, un suelo inundado de lágrimas y un aire lleno de suspiros.
Sentía rabia, decepción, miedo, mucho miedo, se sentía culpable, había golpeado ferozmente a esa joven que no tiene la culpa de nada, pero ¿Por qué no siguió sus indicaciones? ¿Por qué la besó? ¿Por qué la tocó?
Hace tiempo que ha perdido las esperanzas, ella sabe que no es normal, su reacción no fue normal, nunca ha sido capaz de contárselo a nadie, ni siquiera a Samantha, que es la persona que conoce más de ella en la vida, nunca ha sido capaz de enfrentarlo, saber que debería ir a un psicólogo, a algún lugar en donde la puedan ayudar a dejar atrás ese pasado que ha dejado secuelas en ella, pero no puede, pero tampoco se da cuenta que la vida está llena de sorpresas.
Su llanto, su dolor, su confusión, no logra aceptar, está tan enfrascada en sus temores que no ha reaccionado ante el hecho que cuando esa joven posó sus labios en los suyos, por un momento deseó más, quería corresponderle, quería sentirla, pues aunque lo niegue, aunque no quiera verlo, le gustó y le gusta esa mujer más que cualquiera que le haya gustado antes.
Mariposas como una adolescente, un temblor por todo su ser y un alma suspirando por un encuentro.
Al final su furia no era con la joven, no era con el pasado, era con ella misma por no lograr superar sus temores y dejarse llevar por sus más puros deseos.
Kara seguía detrás de esa puerta, esperando que la azabache dejara de llorar, no se fue a su habitación hasta que el silencio reinó, le costó dormirse más que nunca.
En la mañana siguiente, antes de retirarse, decidió escribir una carta para dejarla con los cheques que Lena le había dado.
Señora Luthor;
Cuando la vi en el Diamond por primera vez me impresionó de tal forma que no lograba sacarla de mi cabeza, luego cuando me propuso este "negocio" debo confesarle que fue como un ángel caído del cielo, pero eso usted lo sabe, tal vez piensa que soy una cualquiera, después de todo di mi cuerpo por dinero, pues le devuelvo su dinero. A medida que pasaban los días creció en mí una curiosidad infinita ya que no entendía sus reglas, sus prohibiciones, nunca me atreví a preguntarle, pero ayer no pude evitar besar sus labios, no por romper sus reglas, no por buscar una reacción que me hiciera comprender el por qué de ellas, lo hice porque lo deseaba, porque ya no pude evitar besarla, sentirla, y aunque no conozco su pasado, su vida, sus razones, deseo que no siga evadiendo los placeres de la vida, no hablo del sexo en sí; hablo de las emociones, de los sentimientos, porque con todo respeto le confieso que no me costaría nada enamorarme de usted.
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Señora Luthor - Adaptación Supercorp-
RandomLena Luthor, una mujer acostumbrada a obtener todo lo que desea y a manejar su vida a su antojo. Kara Danvers, una joven humilde que lucha por seguir adelante y alcanzar la felicidad que nunca tuvo. Ambas mujeres se ven atrapadas en una propuesta co...