Esto es solo sexo, fueron las palabras que Kara se repitió hasta el cansancio después de ver marchar a la azabache dejándola sola en esa habitación de hotel.
Lena salió ya vestida del baño, perfecta como siempre, se acercó a la cama donde aún se encontraba la joven, le dijo que podía pasar la noche, que la habitación estaba pagada hasta el medio día. Kara no pudo evitar preguntarle con inocencia que si no se quedaría con ella, la azabache se tensó de inmediato y le explicó que tal vez se le había pasado ese punto cuando le explicó las reglas, jamás dormirían juntas, Lena después de su tragedia de vida, se convirtió en una mujer segura de sí misma, tanto como para retar al destino, como para retar a la vida, asegurando sus pasos, como si ella verdaderamente manejara el mundo a su antojo.
Le dijo que por la tarde llegaría a su apartamento toda la información necesaria para empezar su "negocio", le pidió encarecidamente que nadie más lo leyera, terminó de recoger sus cosas y tras un simple hasta luego, cruzó la puerta.
Kara estaba ensimismada oliendo las sabanas que horas antes habían sido testigo de tal desfachatez, aunque muy en el fondo no se arrepentía, aunque era verdad que estaba vendiendo su cuerpo. En las manos de esa preciosa azabache había sentido por primera vez, Lena la había hecho sentirse mujer, no olvidaba los gritos que salieron de su boca en aquellos momentos íntimos, enrojeciendo al recordarlos, y excitándose de inmediato al recordar los gemidos que salían de la azabache provocado por los suyos propios, ahora estaba creciendo dentro de ella un inmenso deseo por sentir su cuerpo, por recorrerlo así como lo hizo la azabache con ella, por probar esos labios.
Se preguntaba si por causa de no querer ser besada era que había decidido hacerlo mientras ella estaba tumbada de espaldas, no se iba a atrever a preguntar, ya que le había dejado bastante claro que no quería preguntas de ese tipo, así que tendría que esperar la próxima vez para descubrirlo.
-La próxima vez...- dijo mirando el techo de la habitación, cerró los ojos y se dispuso a dormir, aunque la mirada fiera de esa mujer no se fuera de su mente.
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A la mañana siguiente, se encontraba Lena muy temprano en su oficina tratando de concentrarse en los informes que tenía en frente, pero le era imposible, ya que su mente estaba vagando en el hecho que seguramente aquella joven estaba aún en la cama de aquel hotel, inmediatamente sintió una punzada entre sus piernas y sonrió al darse cuenta de lo hormonal que parecía estar a su edad.
- Esto es verdaderamente sorprendente.- dijo Sam sentándose frente a la azabache.
- Cállate.- dijo Lena sin poder ocultar su sonrisa.
- Lena Luthor, alias máscara de hierro ¿Sonriendo a estas horas?, sobrenatural.- espetó soltando una carcajada
- ¿Máscara de hierro? – preguntó con una ceja levantada.
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Señora Luthor - Adaptación Supercorp-
RandomLena Luthor, una mujer acostumbrada a obtener todo lo que desea y a manejar su vida a su antojo. Kara Danvers, una joven humilde que lucha por seguir adelante y alcanzar la felicidad que nunca tuvo. Ambas mujeres se ven atrapadas en una propuesta co...