Nuevamente el escenario empezó a cambiar de forma, mientras los esqueléticos payasos del circo hacían otra coreografía de baile bastante extraña y molesta, ya que la música era ruidosa y el ver restos óseos bailar disfrazados de manera ridícula era algo muy inquietante. Nadie se encontraba listo para seguir con el show que estaba montando Envidia, más que después de lo anterior y con lo poco satisfecho que había quedado su maestro de ceremonia, era de esperarse que subiría la dificultad en el segundo acto de la noche.
Todos observaron cómo desapareció aquella caja roja gigante y vieron como del centro del escenario apareció una plataforma hecha de madera no muy grande sobre la cual había una ruleta que tenía algunas palabras y dibujos muy feos en las distintas subdivisiones que tenía. Envidia de un parpadeo apareció justo al lado de la ruleta, y sin perder mucho tiempo siguió con su espectáculo.
Joaquín no podía visualizar desde donde estaba las cosas que decía en la ruleta, pero sabía que nada bueno era lo más seguro. Inmediatamente sintió otra vez el miedo y el nerviosismo de la competencia anterior, y ese alivio pasajero que sintió una vez que superó la primera prueba ya se había esfumado, porque Envidia comenzó a explicar en qué consistía su nuevo juego.
El único que no estaba tan concentrado era Matías. El pelirrojo seguía traumatizado por el cruel dolor que sintió al caer en aquella caja, no podía olvidar esa sensación de sentirse ser pulverizado. Por más que intentaba su cuerpo todavía se agitaba al recordarlo, incluso podía jurar que lo seguía sintiendo.
—Muy bien querido público—dijo Envidia entusiasmado—es hora de presentar el siguiente desafío para nuestros participantes—expresó con la expresión de sonrisa en su rostro que en tan poco tiempo el grupo de Joaquín aprendió a despreciar—Al cual me gusta llamarlo, la ruleta de las sorpresas—dijo haciéndola girar.
—Que nombre más estúpido—susurró Alicia haciendo que el siniestro maestro de ceremonia dirigiese toda su atención en ella, cambiado la expresión de su máscara a una de seriedad.
—Otra chica aguafiestas—dijo Envidia.
—Porque no te callas cara de plástico—expresó aquella chica rubia, sorprendiendo por sobre todo al grupo de Joaquín.
Envidia inmediatamente y a una velocidad imperceptible para ellos, cambio nuevamente la cara de su máscara a su expresión sonriente. Por su parte la chica lo observaba con gestos de desagrado.
—No podía esperar menos de la diablilla de este show—dijo el macabro presentador—pero no te preocupes querida, mi juego se encargara por sí mismo de demostrarte que no tiene nada de estúpido—dijo dejando escapar una risa con malicia que hizo que la chica lo mirara con mucha desconfianza.
Joaquín estaba sorprendido, ya que aquella chica se había dirigido de manera muy agresiva a su monstruoso presentador, por más de que todos allí estaban a merced de él. No sabía si era valiente o si simplemente aparentaba, pero debía admitir que tenía una expresión de muy pocos amigos, y por la manera que Envidia se refería a ella, era muy probable que no fuera una buena persona.
—Bueno, supongo que se mueren por saber cómo será este desafío —dijo usando de manera burlona la palabra muerte—dado que en el anterior solo uno pudo experimentar el sentimiento que debía generarles la caja roja, decidí seguir con la ruleta, porque de esta manera, todos tienes más posibilidades de sentir—dijo posando los redondos, blancos e inexpresivos ojos de su máscara sobre sus participantes, generándoles una sensación de intranquilidad enorme a cada uno.
Todos quedaron en silencio por unos segundos, tratando de digerir las palabras que les decía su aterrador maestro de ceremonia, ya que aparentemente sería muy difícil zafar de experimentar alguna sensación desagradable, ya que era muy fácil de intuir que en aquella ruleta había más cosas malas que cosas buenas, haciendo que la probabilidad de terminar mal sea más alta aún que la última vez, porque en la primera prueba dependía mucho de su destreza física, ahora estarían a merced de la suerte, que en aquel lugar llamado limbo no sabían si era tan al azar como debería.
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El limbo
AdventureImagínate despertar en medio de la nada sin recordar quien eres, a tus familiares, a tus amigos, tus recuerdos de vida y tener que transitar un camino misterioso enfrentándote a lo peor de ti y a tus mayores temores, sin saber cuales son y con la ún...