El escenario y el circo en general comenzó a expandirse delante de sus ojos drásticamente, todo esto acompañado de unas fuertes vibraciones que les hacían muy difícil ponerse de pie, para ellos era como estar en un fuerte terremoto; también unas paredes extrañas de color verde empezaron a salir del piso del escenario de tal manera de cubrir gran parte de este; todo esto ante la mirada de Envidia que había aparecido en una especie de cabina de prensa que se había formado de la nada entre las almas del público. El carismático y terrible presentador se encontraba imitando a un locutor, acompañado de uno de sus esbirros esqueléticos, que en silencio lo acompañada, ambos con dos micrófonos delante.
Mientras todo eso pasó y casi sin que se dieran cuenta, había terminado el acto de los trapecistas esqueletos, ya que por el miedo y las dificultades que les produjo el temblor, ninguno de los participantes habían prestado atención a las destrezas acrobáticas demostradas por esos restos óseos voladores; y una vez que el acto terminó y el terremoto cesó, pudieron ver que el escenario estaba rodeado de una pared, con una pequeña entrada. Desde donde se encontraban no estaban seguros de que se había formado, pero no les quedaba duda que tal cambio y al ser el último acto de la función, debía ser una prueba bastante difícil. Aunque antes que pudieran generar más preguntas en su cabeza y como si les estuviera leyendo la mente; Envidia comenzó hablar por su micrófono que hacía retumbar fuertemente su voz por todo el circo; era como si la voz estaba en una frecuencia hecha para inquietarlos más de lo que ya estaban, ya que el enmascarado no se guardaba nada a la hora de darle intensidad a su manera de expresarse.
—¡Querido público!—exclamó Envidia generando descontento en los nueve participantes—¡¿Están listos para el último acto de la noche?!—expresó recibiendo los lamentos de las almas, lamentos que parecían retumbar en la misma sintonía que su micrófono, produciendo una sensación de incomodidad enorme, que cuando parecía que no podía incrementar más, el enmascarado presentador se encargaba de demostrarles que podía hacerlo aun peor.
Joaquín observó el escenario con la misma impresión que sus amigos y sus rivales. Todos estaban ya hartos y cansados para una prueba más complicada que las anteriores; así que miraban detenidamente lo que se había formado delante de ellos y aunque no querían, atendían detenidamente las palabras de Envidia, quién se oía más emocionado que otras veces, sumado toda esa intensidad, a que todos tenían chances a ese único deseo que podría pedir el ganador, así que sea como sea, la batalla sería muy complicada.
Luego de un parpadeo los nueve fueron teletransportados a un lugar distinto del escenario. Joaquín notó que estaba en un pasillo largo sin techo de paredes verdes, como si el escenario se hubiera convertido en un enorme y complicado laberinto, eso último simplemente lo intuyó, ya que sabía que su maestro de ceremonia les complicaría las cosas sin ninguna duda.
Efectivamente Envidia les confirmó que estaban dentro de un laberinto y que debían llegar al centro del escenario para ganar la prueba. Esto alteró a todos quienes se empezaron a sentir ansiosos e inquietos por comenzar el reto, ya que sabían que el ganador tendría una gran oportunidad. El grupo de Joaquín lo sabía y tenían bien presente que debía ganar uno de ellos, también sabían que debían hallar a Leti, porque la niña se encontraba por su parte como todos, en algún lugar del enorme laberinto.
—También tendrán esas pistolas—dijo mostrando unas extrañas armas, con balas infinitas—con las que podrán disparar a sus contrincantes y así eliminarlos de la competencia—dijo esto riendo, risa que se escuchó de manera muy molesta por todo el circo, era como una diabólica sinfonía que perturbaba a las almas del público, que agregaban ese toque de sufrimiento a la risa macabra del presentador.
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El limbo
AdventureImagínate despertar en medio de la nada sin recordar quien eres, a tus familiares, a tus amigos, tus recuerdos de vida y tener que transitar un camino misterioso enfrentándote a lo peor de ti y a tus mayores temores, sin saber cuales son y con la ún...