Capítulo 6

13.6K 630 209
                                    

El tiempo en convivencia pasó más rápido de lo esperado, y ya llevaban un mes viviendo las dos juntas. Alba y Natalia discutían casi todos los días, por cualquier estupidez. A sus padres les divertía mucho verlas pelear.

Pero el colmo de todo, para las chicas, llegó cuando un viernes a la hora de cenar, Ángela empezó con sus típicas barbaridades.

Alba y Natalia se estaban peleando porque habían pedido pizza, y como Alba era vegetariana y a Natalia le encantaba la carne en la pizza, empezaron a discutir sobre ello.

-Chicas, sólo os voy a decir, que del amor al odio sólo hay un paso— aunque Ángela bromeaba, las caras de ambas chicas reflejaban que no habían pillado la gracia. La madre de Alba en realidad escondía algo de verdad en aquella declaración.

Y ellas mejor que nadie lo sabían.

-Mamá, que tengamos la misma orientación sexual no nos va a hacer vernos de otra forma, Natalia es muy hartible— declaró la mayor de las dos.

A Natalia le hirvió la sangre.

-Tú estás amargada.

Y la discusión prosiguió hasta que Ángela agarró el teléfono y pidió ella misma la pizza. Cuatro quesos sin lactosa, puesto que su hija era intolerante, y la mitad con pepperoni, para que ambas estuvieran contentas.

El sábado siguiente, cuando Natalia llegó de tocar con una buena suma de dinero, se encontró a Alba encima de un chico que no conocía en el sofá. Eso le provocó un malestar intolerable, del que no conocía el origen.

Ninguno de sus padres estaba, no iban a estar allí en todo el día, pues decidieron aprovechar su día libre en el trabajo para salir a pasear, así que no volverían hasta bastante tarde.

-Hola— saludó Natalia al pasar, sólo por educación. El chico la miró durante unos segundos antes de devolverle el saludo con una sonrisa que marcaba dos hoyuelos bastantes pronunciados en sus mejillas. A pesar de que el saludo no iba dirigido a ella, Alba también la saludó.

Salió del salón, en dirección a su habitación, en donde se encerró a componer un rato. Como no le venía nada de inspiración, terminó tocando el piano que había colocado junto a la ventana.

La verdad es que Natalia estaba bastante frustrada, llevaba demasiado tiempo sin ser capaz de componer una canción entera. Todo lo que empezaba lo acababa desechando, y eso la martirizaba constantemente. Había perdido la inspiración por completo.

En vez de con la guitarra lo intentó con el piano, pero fue más de lo mismo. Notas sin sentido y frases sueltas. Golpeó las teclas del instrumento con fuerza, desahogándose de toda la opresión que la carcomía.

Suspiró y decidió salir a la terraza a fumar. Tuvo que pasar frente a las dos personas que se encontraban revoleadas en el sofá para acceder a la azotea. Consciente de que ambos la observaron al pasar, se llevó un cigarro a los labios e, ignorando a Alba y su amigo por completo, cerró la ventana después de salir.

Se dejó caer en el borde del balcón, observando El Retiro a sus pies, en donde había estado tocando un rato antes.

Como no tenía nada más que hacer y llevaba todas las asignaturas perfectamente al día, entró de nuevo en busca de su teléfono dispuesta a avisar a María, Marta, Miki y Famous para que vinieran a armar escándalo y así olvidarse un rato de su poca inspiración.

Avisó a cada uno de sus amigos por separado. Todos excepto Miki, que dijo que iría un poco más tarde, aceptaron la invitación.

Y en menos de media hora ya los tenía allí con latas de cerveza, pizzas y lotes de alcohol en mano.

Musa // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora