❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

3. ¿Qué pasó? pt.2

El estudio era casi tan grande como mi habitación, era full equipo y no conocía la mayoría de los aparatos que tenían ahí frente a un teclado y otras cosas. Miles de botones me rodeaban más una pequeña sala en el frente con un vidrio que permitía ver el interior, con un micrófono y otros cables.

— Parece una nave espacial... —lo vi reír por lo bajo en el reflejo del vidrio —Con que aquí pasas la mayor parte de tu día... Ahora entiendo por qué, es más cómodo, silencioso, tranquilo... —asintió.

— Sin los gritos del resto —dijo tomándome la cintura por detrás y presionando su pelvis con la mía, encerrándome entre sus brazos y el borde de la mesa de mezcla. Lo veía oler mi cabello y jugar con su nariz en mi cuello, me producía escalofríos...

— Yoongi... —susurré. Comenzó a besar mi cuello de forma delicada y tranquila mientras levantaba mi camiseta para tocar la piel de mi abdomen —Yoongi...

— ¿Mmm? —¿joder, cuándo se había vuelto más ronca su voz?

— ¿No hay cámaras, verdad? —negó —B-Bien... —me dio la vuelta de forma brusca y me levantó para sentarme en la mesa.

Se puso entre mis piernas y me besó de forma candente. Enredé mis dedos en su cabello aun negro como un hábito entre él y yo cuando lo hacíamos, su lengua estaba tan mojada como la mía lo que aumentaba el placer. Quité mi camiseta inconscientemente y luego la de él. Su abdomen estaba mucho más trabajado que la última vez que lo vi, no tanto como Jimin, claro, pero se notaba que había estado ejercitando y en parte bailar también hacía lo suyo. Me mordí el labio tras ver esa corrida de abdominales que querían salir pero que la flojera de Yoongi no permitiría, él lo notó y desabrochó mi falda para tirarla lejos.

Sin suspiros en el medio quitó los suyos también, corrió mi braga a un lado y me penetró con un gruñido. Logró sacarme un suspiro y un quejido, pues hace nada menos de una hora lo habíamos hecho y aun tenía un poco resentido, pero debido a eso también se sentía mucho mejor.

— Ah... Suga...

— M-Mierda. Extrañaba que me dijeras a-así... —gruñó.

Cuando esa posición le incomodó, me tomó de las piernas y me llevó al gran sofá que había en la sala. Me puso en cuatro y continuó con sus embestidas, mientras me tomaba del cuello suavemente pero sin perder esa calentura que teníamos.

Un último gemido y me besó tiernamente, quitando mi cabello del rostro. Me indicó dónde estaba el baño -que por suerte estaba dentro del mismo estudio- y luego salí para cederle el lavamanos, antes golpeándome una nalga mientras se mordía el labio inferior. Jodido Yoongi.

— Bonito, ¿no? —preguntó.

— Ahá.

— ¿Recuerdas esa canción que te canté una vez en tu habitación?

— ¿La del laberinto? —asintió —Sí, la recuerdo.

— La he mejorado. Pero no saldrá hasta varios álbumes más.

— ¿Ah? ¿Pero por qué?

— No va con el concepto rap de este álbum y estamos recién debutando.

— Ah... Bueno, pero ¿no puedes mostrarme un adelanto sólo a mí? —sonreí coqueta.

—No —bufé.

— ¿Entonces para qué me dices?

— Para que lo tengas presente y esperes nuestros álbumes con ganas.