40. Viaje a Daegu pt.1

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Decidí faltar a clases al siguiente día, no creo que pueda soportar lo mismo dos veces y multiplicadas por diez luego de esos artículos con fotos de mis cosas y mensajes llenos de odio. Si faltaba al menos tenía que hacer algo productivo, por lo que consideré que el viaje a Daegu era conveniente en este momento.

— ¿Lista? —me preguntó Yoongi en la puerta de mi habitación y asentí.

Anoche él, Jungkook y Jimin nos ayudaron a ordenar nuestras pertenencias, borrar los feos mensajes y eliminar lo que ya no servía, como el espejo de mi querido mueble.

— ¿Ya se van? —preguntó Jimin aún adormilado y refregándose los ojos desde el sofá.

— Sí —respondí.

— Vaya, las 08:00 de la mañana es muy temprano para hyung. Suerte con su mal humor.

— Si se pone tonto termino con él en ese momento —espeté.

— ¡Hey! —se quejó el aludido y nosotros nos reímos de su cara toda ofendida.

— Entonces compórtate, hyung.

— Eso intento... —dijo haciendo un leve puchero sin intención. Me pareció demasiado tierno...

— Adiós, Jimin.

— Adiós, avísenme cuando lleguen.

— ¡Sí, adiós!

Yoongi estaba todo cubierto como de costumbre al igual que yo, así al menos los paparazzi fuera de mi casa no sabrían reconocer si era Hye o yo, si era Yoongi o Jimin o Jungkook... Aunque viéndole el lado negativo, Yoongi sólo puede ser confundido con Jimin debido a la estatura y bajo toda esa ropa no se nota su delgado cuerpo comparado al de mi amigo.

Tomamos el auto privado que la empresa -o más bien PD Bang- nos facilitó; con chofer incluido y vidrios polarizados. Me sentía como una estrella sin serlo, al menos no como quería.

El viaje duró más de lo que había pensado, Suga dormía apoyado en mi hombro y de vez en cuando hablaba en sus sueños, susurraba mi nombre o daba pequeños saltitos.

— Min Yoongi-ssi —habló el conductor pero fue completamente ignorado por él.

— Yo lo despierto... —asintió agradecido —Yoongi... Creo que hemos llegado —no había respuesta —Min Yoongi —luego de unos minutos y un par de codazos más se sentó y miró por la ventana.

— Llegamos...

— Sí, eso hemos intentado decirte hace... ¡5 minutos!

— Ag... Joder, no grites...

— Muchas gracias, señor.

— No es nada... Yoongi-ssi, llámeme cuando tengan que volver a Seúl. Estaré hospedando en un hotel cercano.

— Gracias, señor Byun.

Nos bajamos del auto y tomamos nuestros bolsos. Estaba nerviosa, ni siquiera durante el viaje si no que ahora... Qué oportuno. Sabía que la madre de Suga era adorable y muy fuerte después de todo lo que ha vivido, pero a pesar de eso temía ser rechazada.

La casa era similar a la mía en Busan pero con un ancho portón verde cubierto para no ver el interior de ella; caminamos a la entrada y me escondí tras uno de los pilares de ladrillo, no sé por qué lo hice pero Yoongi lo notó y me tiró la chaqueta para acercarme a él. Tocó el timbre y una voz rasposa pero aguda salió por ahí.

¿Hijo? —supongo que ella podía vernos.

— Hola, mamá... —lo dijo de forma tan suave que hasta dudé si era el mismo Yoongi.

Pasitos cortos y rápidos escuchamos desde dentro y luego en el jardín. Una señora delgada, pálida y de cabellera negra salió para recibirlo. Cuando lo abrazó pude ver un par de lágrimas y lo mucho que lo había extrañado.

— ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

— Quería sorprenderte...

— ¡Y qué sorpresa! —mientras abrazaba a Yoongi, me miró de reojo y se separó de él. Me sonrió y alternó su mirada en mí y él.

— Hola... —saludé un poco tímida.

No era mi primera vez conociendo a la madre de un novio, pero esta vez se sentía diferente y especial. Su rostro era amable y lucía un poco cansado, sus labios estaban resecos y su pelo peinado en una coleta. Su nariz era la misma de Yoongi al igual que su sonrisa.

— Qué bonita —dijo para Yoongi —Hola, ¿muy largo el viaje?

— No —respondió Yoongi por mí, tranquilo y a secas.

— Claro, porque viniste durmiendo todo el camino —bufé.

— Porque me tuve que levantar temprano, Im —dijo en su defensa.

— Porque tenías que hacerlo si querías venir a Daegu, Min —hizo una mueca y se quedó callado.

— Vaya, esta chica sí que puede controlarte, Yoongi —dijo su madre y me guiñó un ojo. Sonreí en respuesta y él entró como un niño enojado dando fuertes pisadas. Ambas reímos por ello y me invitó a entrar.

El jardín era realmente hermoso. Rosas de muchos colores y otros mil tipos de flores más, un par de gatitos corriendo por ahí y un perrito café juguetón y tierno se acercó a mí para olerme. Comenzó a hacer gracias en el piso para que lo acariciara y me agaché para hacerlo.

— Su nombre es Holly —habló Yoongi mientras me veía hacerle cariño.

— Hola, Holly —el perrito agitó su colita con mayor energía tras decir su nombre —Se parece a ti.

— Qué dices...

— Los perros se parecen a sus dueños...

— Holly es lindo, no lo arruines.

Debe querer mucho a su perro para decir eso, pensé.

Entramos a la casa con Holly detrás escuchando sus patitas repicar en el piso, subiéndose a Yoongi de vez en cuando para llamar su atención y este sonreía y acariciaba su cabecita. Quisiera ser ese perro, en serio.

Dejamos los bolsos en la habitación de la mamá de Yoongi y me dio un pequeño recorrido por la casa.

— Mamá, ella es Im Haeyoung, la novia de Yoongs —¿Quién es ese?

Una anciana dio la vuelta al escuchar la voz de su hija y me miró de pies a cabeza.

— ¿Yoongi vino? —se limpió las manos en el delantal y se acercó a mí —Hola, soy la abuela de tu feo novio —sonreí por cortesía y sentí la presencia de Yoongi en mi espalda.

— Abuela...

— La verdad por delante, hijo —respondió y Yoongi bufó algo entredientes —¿Han desayunado?

— No alcanzamos.

— Vengan, me quedó arroz y guarniciones. ¿Le gustan, hija? —asentí —No sea tímida...

— N-No... —me sonrió y caminó hasta la cocina acompañada de la madre de Yoongi.

Yoongi me tomó de la cintura con ambas manos y me miró con una expresión de amor que nunca le había visto, completamente diferente a las veces anteriores cuando me miraba con amor, pues esta vez ese amor se veía reflejado el doble en sus ojos y es que al fin después de tanto tiempo logró ver a su madre que tanto extrañaba y hacía falta. Pasó una mano de mi cintura a mi mejilla y pasó sus dedos de arriba a abajo con cuidado, observando cada centímetro de mi rostro.

— Gracias... Gracias por venir a conocer a mi familia, Hae.

— Tú ya conoces a la mía, no era justo si queríamos oficializar lo nuestro...

Me sonrió y me besó con ternura.

❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora