❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

Final

— ¿Dónde dejo estas frazadas?

— Déjalas aquí, Hye. Ya tengo en la otra casa.

Sohye me ayudaba a empacar mis cosas dos días después de mi charla con Yoongi. Los chicos estaban en un programa de música y les tomaría horas volver así que era la ocasión perfecta.

Guardé todo con un nudo en la garganta. Todo el futuro que había construido con Yoongi se había convertido en nuestro pasado. Guardé nuestras fotos y ese feo marco que le hice como el cuarto mes de novios con una edición horrible; me dolía su sonrisa en esa foto y recordar lo felices que habíamos sido. Pero basta ya. Amontoné mis maletas en la entrada y abracé a mi amiga, que aún podía continuar con su amor a pesar de la fama de Jungkook.

— Te echaré tanto de menos, Hae... Cuando los chicos estén ocupados con sus agendas tú no estarás aquí conmigo para pasar el rato y hablar tonterías —dijo.

— Oye, siempre podemos escribirnos o hablar por videollamada, además somos compañeras de curso, Hye.

— Sí... Pero no será lo mismo...

— Mmmm... No me hagas llorar... —mi teléfono vibró indicando que el taxi ya había llegado por mí y mis cosas —Tengo que irme. Nos vemos mañana en la universidad.

— Sí, ¿quieres que te acompañe abajo? —me preguntó mientras poníamos las maletas en el pasillo de afuera.

— No, me dará más pena...

— Pero ¿cómo te llevarás todas estas maletas tú sola?

— Descuida, soy muy fuerte.

— ¿Haeyoung? —escuché tras de mí y mi corazón latió desesperado.

— Jimin...

— ¡Hae!

— T-Tae... —oh, no. Estaban llegando todos de a poco.

— ¡Amor! —gritó Jungkook hacia mi amiga —¿Noona? —dijo ahora hacia mí —¿A-Aún no te vas? —negué y miró tras de si preocupado.

Yoongi hizo presencia en el pasillo con los audífonos puestos ensimismado en su música, ignorando todo el alboroto -a mí incluida- y entró. Todos quedamos pasmados al notar que de mi ni cuenta se dio... Mejor, pensé.

Los chicos me sonrieron con obvia lástima y me acompañaron al primer piso, guardaron mis maletas en el taxi y antes de que pudiera marcharme Yoongi bajó corriendo y se paró frente a mí, agitado. Estaba esperando en el fondo de mi corazón que él bajara a despedirse, verlo por última vez, abrazarnos y decirnos adiós.

— Y-Yoongi...

— Sí, así me llamo —estúpido, pensé y sonreí —Tengo que hablar algo contigo antes de que te marches... —inclinó su cabeza por la ventana del copiloto y le habló al chofer —¿Puede esperarnos unos minutos? —asintió.

Los chicos terminaron de despedirse de mí y mi nudo en la garganta creció aún más. Esperamos a que entraran todos y suspiró.

— ¿De qué quieres hablarme?

— ¿Tienes libre mañana? —asentí. Vaya, recién llevábamos dos días separados y ¿ya me estaba invitando a salir? —Bien, hablé con Bang y mañana tenemos que ir a desmentir el embarazo pero decir que seguimos igual de enamorados —auch.

— Oh, bien... ¿S-Sólo eso querías decirme?

— No, mañana tendremos una conferencia pequeña frente a los periodistas. Ponte bonita.

— No es necesario, ya lo soy —bromeé pero él no rió y quería que me tragara la tierra por ser tan estúpida y provocar esta incómoda situación —Bien, a qué hora y dónde.