50. La decisión más difícil

2.8K 244 9
                                    

Llegué a mi antigua casa, donde solía tener una vida normal fuera de los medios -y de Yoongi-, esa a la que llegué con Jimin desde Busan con las ganas de empezar una vida nueva llena de alegrías y buenos momentos junto a mi amigo, formarme como profesional y ser el orgullo de mis padres. Reconozco que me dio algo de nostalgia volver a verla desde el exterior, tan solitaria y vacía. Entré con mis antiguas llaves y el olor a hogar que sentí me inundó el pecho y el corazón. Los muebles estaban cubiertos por telas blancas para no acumular polvo y mi antigua cama estaba sin sábanas para prevenir que las arañas anidaran debajo de ellas.

La habitación de Jimin/Sohye estaba igual. Aún quedaban algunas prendas colgadas en el closet pero no de Jimin, quizá esa era la chaqueta que Jungkook tanto buscaba y no podía encontrar. Eran ya las 01:00 de la madrugada y el sueño se apoderó de mi mente gritándome fuerte "duerme, duerme, duerme, duerme", pues sabía que más tarde sería un día largo, faltaría a clases para terminar este asunto del embarazo y continuar si mi corazón me lo permitía.

Me desperté sólo por el ruido del exterior, algo había sucedido pues se escuchaban sirenas por todos lados, provocando que un flashback se hiciera presente en mi mente, ese vívido recuerdo de cuando casi morimos con Hye por culpa de su padre y cuando ella fue besada por Yoongi, haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda.

Vi la hora en mi teléfono y ya eran las 10:00 con ninguna llamada de él, que de seguro seguía durmiendo pues duerme como oso invernando. Quité su tierno rostro durmiendo de mi mente y entré a tomarme una ducha decidida a ir a hablar con Bang. Subí nuevamente al auto que la empresa nos prestaba y conduje en dirección a la empresa.

No puedo negar que mi estómago estaba hecho un lío por los nervios y ni siquiera me permitió tomar desayuno. El guardia me reconoció pero por protocolo me pidió la credencial para luego dejarme entrar. Mi estómago se hacía cada vez más pequeño por los nudos que se me formaban por dentro, pero debía mantenerme firme si quería que ese señor no me viera como una niña haciendo un berrinche.

Toqué la puerta unas tres veces antes de que me diera el permiso para entrar. Se sorprendió al verme -y lo entiendo- e intentó buscar tras de mí con su mirada a ese alguien que aún no me daba señales de vida como para alcanzar a arrepentirme de lo que estaba a punto de hacer.

— ¿Haeyoung-ssi?

— Buenos días, PD Bang-ssi.

— Sí, sí, buenos días... ¿Qué es lo que te trae por aquí? —yo sabía que esa no era la pregunta que de verdad quería hacerme y que llevaba escondido un "¿Qué haces aquí sin Yoongi?"

— Necesito hablar con usted.

— Si es por el tema de tu embarazo entonces no tenemos nada que hablar, ya te lo expliqué.

— Entonces renuncio —espeté sin siquiera darme cuenta de lo que había dicho. Claro, a eso venía pero no esperaba decirlo así de rápido y de sopetón.

— ¿Cómo que renuncias?

— Renuncio a Yoongi, señor, y a todos los beneficios que esta empresa me ha otorgado y estaba dispuesta a otorgar.

Bufó algo entre dientes poniéndome aun más nerviosa y llamó a su asistente para que no lo interrumpieran y para que retrasara su reunión de las 12:30.

— Haeyoung, querida... No puedes renunciar. Has firmado un contrato que no te lo permite, debes estar con nosotros al menos dos años y sólo han pasado algunos meses.

— Pero poder renunciar es mi derecho.

— Lo siento.

— Y-Yo... Yo estoy harta de todo esto. No quiero estar "embarazada", señor.

— ¿Vas a renunciar así a todo lo que has hecho para estar con Yoongi? ¿Él lo sabe? —negué —Ni siquiera es una decisión tomada por ambos...

— Él no lo aceptaría y yo ya no quiero estar con él.

— ¿Ves el por qué no les permitía tener novias así de fácil? Por todos estos problemas que tener una relación con un famoso traen...

Quería llorar pero no quería verme débil frente a él, aunque el nudo en la garganta ya no me permitiría volver a hablar con facilidad.

— Puedo proponerte algo —escuché ahora más atenta —Si quieres puedes irte de esa casa y no vivir más con Yoongi pero debes continuar pretendiendo que sigues con él frente a los medios y cuando te digamos, al menos hasta que se termine tu contrato.

No sabía si aceptar eso pues sería como vivir la misma mierda y pretender ser feliz, continuar viendo a Yoongi y fingir que somos felices frente al resto cuando en realidad no lo somos. Tampoco sabía con qué contraponer su oferta y hacer el trato más ameno para mí.

¿Qué haría ahora? Para más remate Yoongi aún no sabe lo que estoy haciendo y cuando se entere se pondrá furioso. ¿Pero y qué? ¿Hasta cuándo velaré por su felicidad y no la mía? Miré a ese señor con los ojos llorosos pero sin derramar una lágrima.

— Bien, acepto. Pero sólo por un año, usted tiene que entenderme también.

— Yo lo entiendo, Haeyoung. Yo también peleo con mi esposa pero eso no significa que nos separaremos...

— Lo sé. Pero mi problema es diferente.

— De acuerdo, aceptaré ese año pero con la puerta abierta a que puedas arrepentirte, sin resentimientos, ¿bien?

— Gracias —le di una reverencia leve y me dispuse a salir de allí lo antes posible. Había aceptado mis términos pero de todas formas no se sentía como si hubiese ganado. Estaba a unos pasos de perder a Yoongi, de perder todo lo que habíamos logrado con nuestra complicada relación pero esta vez tenía que pensar en mí y así él aprendería -o quizá no- a valorar a la persona que tiene a su lado. Antes de salir volví para mirar a Bang y pedirle la última cosa —Por favor, no le diga nada a Yoongi aún. Seré yo quien lo haga.

— De acuerdo —asentí para agredecer de nuevo y salí, caminando lo más rápido que podía hasta llegar al ascensor y desplomarme para llorar.

❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora