❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

11. Sorry

Joder... ¿No podía esconderse o subir y avisarme que Seojoon había llegado? No, el bastardo tenía que abrir la puerta, decir su nombre y que era mi ex novio.

Lo peor de todo es que siempre le conté a Seojoon de un tal Yoongi que me había hecho odiar al amor. Mierda...

— ¿Qué haces aquí?

— Tranquilo, amigo. Dormí en el sofá.

— No me interesa si dormiste o no en el sofá. ¡Haeyoung! —bajé corriendo antes de que comenzaran los golpes. Joon se veía extremadamente enojado —Haeyoung... —musitó pidiendo una explicación entre líneas.

— Joon, no es lo que piensas, puedo explicarte.

— Explícame —a pesar de lo enojado que estaba, siempre se daba el tiempo de escucharme y comprenderme.

— Vino anoche.

— ¿Cuando vine él estaba aquí? —asentí —¿Es quien creo que es? —asentí de nuevo —Anoche entonces no era el puto gato del vecino.

— Joon...

— ¿Qué está pasando, Hae? —preguntó con voz temblorosa.

— Está en problemas y vino por mi ayuda, eso es todo.

— Te rompió el corazón —Yoongi gruñó.

— Lo sé.

— No entiendo.

— Es la única a quien podía acudir, amigo.

— No soy tu amigo —Yoongi levantó los brazos en son de paz.

— Yoongi, déjanos solos, por favor —pedí.

— Bien —subió las escaleras y cerró la puerta de mi habitación.

— De verdad no entiendo nada, Hae. Lo odias —comentó desesperado.

— Sí, pero... De verdad necesita mi ayuda. Yoongi no es estable emocionalmente y no podía dejarlo solo y que cometiera alguna estupidez.

— Tú no eres responsable de él o lo que haga.

— Lo sé, pero de todas formas no podía —estaba mintiendo como la puta infiel que era y me sentía tan mal al hacerlo frente a él.

— Aún lo amas.

— Joon...

— ¿Aún lo amas, Hae?

— No —pero eso era una vil mentira.

— ¿Entonces por qué haces esto?

— Yoongi y yo tenemos una historia terrible pero aún sigue el cariño.

— De acuerdo. Confiaré en ti. Alístate, iremos a comer.

— Joon, tenemos que hablar —sus facciones cambiaron en un segundo, de comprensión a inquietud —Lo nuestro...

— No termines conmigo, por favor.

— Seojoon...

— Y me dices Seojoon ahora... —sonrió inquieto —Haeyoung...

— Lo lamento. No puedo hacerte más daño. Tú me amas más que yo a ti y eso no puede ser.

— Pero a mí no me importa, sabía desde un principio que sería difícil reparar tu corazón roto y hacerte creer de nuevo en el amor, pero dame una oportunidad para seguir intentándolo...

— No, Joon... Por favor... No dejes que te lastime más... Lo siento por no creer que alguien tan espectacular como tú pudiera empezar a enamorarse de mí, por ser tan ciega... Nunca entendí del todo la forma en la que me mirabas de maneras que nadie podría y aun así te rompí el corazón...

— Haeyoung...

— No me doy cuenta de lo mala que puedo llegar a ser... —ambos llorábamos en este momento.

La pena me inundaba pero no podía imaginar la pena que lo inundaba a él. ¿O sí? Yo también fui engañada por mi novio y mi mejor amiga, ¿cómo pude ser tan estúpida? Aish...

— Haeyoung...

— Alguien te amará, pero ese alguien no seré yo, Joon...

— Por favor... —las lágrimas en sus ojos me rompían el alma, pero Seojoon no se merece a una basura a su lado. Necesita a alguien que lo entienda, que lo necesite, que lo valore, que lo ame...

— Por favor, sé feliz... —pedí mientras sostenía una de sus mejillas con mi palma.

— ¿Podemos ser amigos al menos? —sonreí con los ojos húmedos y asentí levemente sin estar completamente segura de si era correcto o no. Pero si eso le alegraba algo... —Bien. Me alegro que él no sea la razón de romper conmigo, gracias por ser honesta conmigo, Hae —sonrió. ¿Qué tan desgraciada tengo que ser para pagar mi culpa y error? —El almuerzo entonces creo que ya no va... —dijo intentado fingir una sonrisa. Negué —Nos vemos en la facultad entonces... Adiós, Im Haeyoung —besó mi frente tras un fuerte abrazo y se marchó.

Cuando cerró la puerta me desplomé. Mi corazón dolía por saber el tipo de persona en la que me había convertido. Me convertí en aquello que tanto odié, que tanto desprecié y lo peor es que no fui capaz de decirle la verdad, pero todo con la intención de no dañarlo el doble. No se merecía eso...

Sentí los brazos de Suga en mi espalda que luego me rodearon por el cuello. Apoyé mi cabeza en su pecho y lloré desconsolada en sus brazos. Él acariciaba mi cabeza sin decir nada, sin siquiera molestarse por ensuciar su camiseta con mis mocos y mis lágrimas.

— Lo lamento... —murmuró —Yo... Yo tuve la culpa, no debí besarte, no debí hacerte el amor... No debí siquiera volver a ti... Lamento haberte convertido en lo que más desprecias...

— No fue del todo tu culpa... Yo me dejé llevar... —besó mi cabeza y luego la tomó para secar mis lágrimas con la manga de su camiseta.

— No llores más.

— ¿Porque me veo fea? —sonrió leve y negó.

— Te ves lamentable...

— No sé si eso es mejor o peor... —ambos reímos. Hubo una pausa y luego habló.

— No eres mala persona, Haeyoung. Siempre estás preocupada del resto... Incluso le diste una oportunidad a ese tipo para hacerlo feliz, sin siquiera pensar en ti.

— No lo sé... No debí ni siquiera corresponder a tu beso... Y ahora me pidió que fuéramos amigos y le dije que sí... ¿Pero cómo voy a mirarlo a los ojos y seguir mintiéndole?

— Ahí lo tienes, le dices que sean amigos a pesar de que a ti te duele... Dile que no, tu salud mental está primero.

— Quien habla de salud mental...

— Te amo, Hae —lo miré a los ojos y noté la sinceridad en su mirada —No te haces la idea de cuánto te amo.

— ¿De qué sirve? No podemos estar juntos por tu trabajo —suspiré.

— Haremos el intento y si de verdad no funciona pues me mandas a la mierda.

— No quiero salir lastimada de nuevo, Suga.

— No quiero volver a lastimarte... Me estoy jugando todo por estar a tu lado. No quiero perderte otra vez. Eres lo más valioso que tengo junto a mi madre y mi abuela.

— Hagamos el intento pero sin ser novios realmente. Sólo...

— De acuerdo. Daré lo mejor de mí —me besó.