10. Pecado

4.2K 326 100
                                    

Creí haber oído mal pero su expresión no cambiaba. Me quedé mirándolo perpleja, pues, lo que acababa de decir no me lo esperaba en lo absoluto. He pasado meses odiando a Yoongi por haberme dejado de esa forma, por no ser honesto conmigo tras decirme que ya no sentía lo mismo y otras tantas cosas que ya no quiero recordar. Mis ojos comenzaban a humedecerse pero resistí, en estos momentos Yoongi no podía verme débil, tenía que lograr verme fuerte a pesar de su confesión.

— ¿Qué? —pregunté. No porque no había escuchado si no porque quería que lo dijera de nuevo.

— Te amo, Im Haeyoung —dijo sin chistar.

— No puedo creerlo... —dije para mí misma en voz alta, suspirando y con una sonrisa ladina.

— Nunca dejé de hacerlo.

— Cállate. No vengas con cosas ahora, Yoongi. Me ves con alguien más a mi lado y de repente sueltas eso de la nada. No puedo creerte.

— Estoy hablando en serio.

— No lo sé. Cuando terminaste conmigo también estabas hablando en serio y te creí. Me he pasado todo este tiempo odiándote e intentando olvidarte, Yoongi. ¿¡Por qué ahora! ¡Por qué ahora que estaba intentando ser feliz!?

— ¡Sí, es cierto! ¡No soporto verte con alguien más y me di cuenta de lo que perdí! ¡Pero no te dejé ir sólo porque quería! ¡Tenía que dejarte ir para que fueras feliz, Haeyoung! Y conmigo eso nunca pasaría...

— ¡No me vengas con esa mierda ahora, Yoongi! Nunca seré feliz a tu lado porque tú eres un maldito infeliz —hizo una mueca extraña, le había dolido; caminó hasta el sofá y tomó su chaqueta —No quise decir eso...

— Me voy de aquí.

— Yoongi...

— ¿No es eso lo que querías? ¿Dejar de verme para siempre?

— Sí, eso es lo que quiero —aseguré, aunque internamente quería gritar de frustración por culpa de mi corazón que volvía a latir como loco por su culpa.

— No volverás a ver a este maldito infeliz.

— Yoongi —lo detuve.

— ¿Qué? —preguntó molesto.

— Ten una vida feliz.

Le dije, recordando esas palabras que tanto odié, las mismas que me dijo cuando confesó que ya no sentía lo mismo.

— ¿Ni siquiera intentarás detenerme?

— No —se acercó rápido a mí, tan rápido que me asusté porque estaba muy enfadado. Tiró nuevamente su chaqueta al sofá y apoyó su frente contra la mía. Me tomó de la cintura y me apegó a él mientras miraba mis labios —N-No lo hagas.

— ¿Hacer qué? ¿Esto? —dijo apegándome más a él.

— S-Sí.

— Mírame —negué cerrando fuertemente los ojos —Mírame, Haeyoung... —obedecí. Sus pupilas estaban dilatadas pero sólo podía percibirse por mi cercanía a él, pues su iris era tan negro como su pupila —Te amo —suspiró —Te necesito.

— Yoongi...

— Yo sé que tú también me necesitas.

— Basta.

Levantó mi mentón con una mano mientras que con la otra tomaba mi cintura. Relamió sus labios y me besó. Me dejé guiar por sus labios sin poder contenerme, pues extrañaba esa sensación de su tacto. De a poco fue bajando la bata de mis hombros, arrastrando sus fríos dedos por mi piel hasta dejarla caer al piso y dejándome sólo en ropa interior. Me besaba lento y suave, perfectamente bien... Perfectamente incorrecto...

Tomé su camiseta y la levanté para quitársela. Mientras besaba mi cuello yo desabrochaba su pantalón y terminé por sacárselo.

— Yo sabía que me necesitabas —lo besé para callarlo y soltó un gemido con ello que rebotó en mis labios. Luego de varios minutos me tomó y me sentó en el sofá, abrió mis piernas y me hizo suya otra vez, con suavidad y con cariño. Odiaba admitirlo pero Yoongi aún me gustaba, la verdad... Es que aún seguía enamorada de él.

Es el idiota más grande del mundo, pesado, antipático, perverso, malhumorado, irónico y varias cosas más, pero el cosquilleo que sentía con él en todo mi cuerpo tan sólo con verlo me daba solamente con él. Estaba siéndole infiel a un hombre maravilloso y me sentía terrible con ello, pero ya era demasiado tarde para arrepentirme. Confieso que sólo estaba con Seojoon para intentar olvidar a Yoongi y nunca dio resultado. Soy una maldita hipócrita, una maldita infiel.

Suga seguía con sus embestidas mientras yo gemía bajo su cuerpo. Nuestros cuerpos sudados chocaban entre sí provocando sonidos placenteros, recordándome el pecado que estábamos cometiendo.

— Y-Yoongi...

— ¿Mmmm? —no sé si gruñó o si me preguntó qué quería...

— Ah... Debemos parar...

— No, no puedo parar...

— Seojoon... —y su nombre lo detuvo. Me miró con una mezcla de furia y compresión. Terminó por asentir y se sentó junto a mí.

Comenzamos a vestirnos en silencio, hasta que él decidió romperlo.

— ¿Qué harás? Ya la cagaste.

— Tengo que terminar con él —me miró con cara obvia —No puedo hacerle esto a él, Yoongi. Él ha sido demasiado bueno conmigo, ha dado lo mejor por intentar enamorarme y permanecer conmigo, pero...

— ¿Pero?

— Pero él no es Yoongi —confesé. Vi cómo retuvo una sonrisa y cómo su ego subía hasta las nubes.

— Lo sabía.

— No empieces, ¿sí? Acabo de cometer el peor error de mi vida. ¿Cómo se lo digo?

— No le digas. Sólo córtalo —me dijo despejando mi rostro de algunos cabellos rebeldes.

— Mañana cuando venga lo haré —asintió.

— ¿Puedo quedarme aquí?

— Ya estás aquí y ya es muy tarde para que te vayas...

— ¿Puedo dormir contigo?

— No. Con haber tenido sexo es suficiente traición por hoy. Dormirás aquí en el sofá —me miró feo y se puso los pantalones.

— ¿Puedo ir al baño?

— Sí.

Ya era tarde y yo apenas dormí por la culpa. Dios, me sentía terrible. ¿Cómo pude ser capaz de hacer algo así? Al final el sueño me venció y para mi sorpresa al despertar, Yoongi no estaba a mi lado como esperé que lo hiciera con lo caprichoso que era y con el afán de llevarme siempre la contraria. Mis ojos ardían por mi mal dormir y por pasar la noche llorando, vi la hora en mi teléfono y de pasada me dio un ataque cardíaco tras ver las 20 llamadas perdidas de Seojoon en mi teléfono. Eran las 13:30, hora de almuerzo. Otro paro cardíaco me dio cuando escuché el timbre. Me levanté de un dos por tres y antes de bajar escuché las voces del par abajo.

— ¿Quién eres? ¿Dónde está Haeyoung? —Yoongi había abierto la puerta...

— Min Yoongi. Ex novio de Haeyoung —se presentó el muy bastardo.

Que te lleve el diablo, Min Yoongi.

❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora