25. Preciados momentos

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Aunque el mánager no quería que Yoongi saliera conmigo a cenar, este no le obedeció y salimos. Jin le dijo que él no seguía las reglas de la empresa de todos modos...

Fuimos a un local de comida rápida cerca de su casa para que así pudiese llegar sin que lo regañen demasiado por arrancarse y además llegar tarde, y luego yo volvería a casa en auto y quizá con Hye si ella estaba en la «Casa Bangtan» con Jungkook.

Más que un local de comida rápida como él me había dicho, era un puesto en la calle que vendía tteokbokki, una especie de carpa naranja con resguardo para el frío. Hace tiempo quería hacer algo así con él, comer comida callejera, recorrer las calles de Seúl tomados de la mano, etcétera, pues nunca tuvimos la oportunidad con tanta pelea y malos momentos, y para cuando se hizo famoso había perdido la esperanza por completo, pero era un barrio tranquilo y la señora del puestito ya los conocía, pues cuando les daba hambre y querían comida casera venían y comían como cerdos.

— ¡Ark! ¡Está caliente! —me quejé. Yoongi me miró feo y habló para regañarme.

— ¿Y qué esperabas, comer el tteokbokki frío?

— No, pero no creí que estaría así de caliente... —me defendí con un puchero no intencional y tomando agua para calmar mi lengua.

— Bebe soju.

— No quieras embriagarme para que luego te aproveches de mí, niño bonito —volteó los ojos y negó.

— Es para equilibrar lo caliente y el picante del tteokbokki, Im.

— Bien, Suga. Sírveme —esbozó una leve sonrisa y llenó el pequeño vaso. Lo bebí de una vez e hice una mueca fea debido al sabor del alcohol. Yoongi rió con ganas y le tiré un mechón de cabello -de forma suave- para que se callara —Si vas a reírte de mí al menos disimula o ponte esa mascarilla fea en la boca.

— No es fea, es más bonita que tu cara.

— Sabes perfectamente lo bonita que soy, Min Yoongi.

— Sí... —reconoció y sonreí, pues el Yoongi de antes hubiese insistido en lo fea que era.

Comió y bebió. Yo lo miraba silenciosa, o más bien lo admiraba, y es que Yoongi era simplemente hermoso, podía estar haciendo nada y aún así mi estómago se sentía con algo revoloteando en su interior.

— Deja de mirarme.

— No quiero —espeté.

— Te tendré que empezar a cobrar —me señaló con los palillos de madera.

— No utilices mi técnica contra mí, Min Yoongi. Piensa en otra idea pero no dejaré de mirarte.

— ¿Por qué?

— Porque eres mío y puedo hacerlo cuanto quiera.

— Bien, no puedo ante esa lógica —continuó comiendo.

— Oye, déjame algo, ¿quieres? Míster glotón...

— Para que sepas, mientras tú me mirabas como boba yo me preocupaba de comer.

— Bien, tú ganas. Pediré otro... ¡Otro tteokbokki, por favor!

°•°•°•°•°

Estábamos en mi auto resguardándonos del frío, aunque el aire acondicionado no servía de mucho para los -25°C... Sí, estoy exagerando, pero hacía muchísimo frío.

— ¡Oh! ¡Yoongi, mira! ¡Está empezando a nevar! La primera nevada del año... —dije mirando por la ventana y como una niña que por primera vez veía nevar.

❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora