❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

47. El comeback

El esperado comeback había llegado. Yoongi había cambiado su color de cabello por enésima vez en su vida a uno rubio oscuro -no como el que tenía cuando lo conocí, casi decolorado-, se veía demasiado bien, demasiado perfecto para las fantasías más profundas de sus fans. Su piel se veía más pálida de lo que era y sus encías más rosadas. Estábamos en los camarines cuando la presentación salió al aire y sentía como mi pecho quería gritar de lo orgullosa que estaba de los siete y claro, al parecer Sohye no se aguantó porque ya me tenía el oído todo reventado...

Aplaudimos y celebramos durante toda la semana pues se llevaban todos los premios y N°1 en las listas del país y el mundo. Yoongi al fin sonreía de manera frecuente y amplia, estaba más cariñoso conmigo y me traía chocolates todos los días hasta que lo frené porque ya me estaban saliendo muchos granos. Lo que no sabía yo era que el motivo de mis granos no era sólo por culpa de los chocolates si no que también por la maldita hemorragia mensual que había llegado. Ni siquiera viviendo con Yoongi seguido había estado con "Andrés" -el que llega una vez al mes- y ahora que vivíamos juntos 24/7 me incomodaba estar con la puta toalla higiénica y que se marcara en mis leggins , o manchar la cama, tener mis protectores en el baño, correrle la mano cuando quisiera tocarme y no decirle el motivo, etcétera.

Joder, y lo peor de todo es que él no se daba cuenta si no se lo decía, creía que no quería que me tocara por estar enfadada por algo que pudo haber hecho. Por eso no se le debe preguntar a una mujer qué le pasa porque la respuesta será siempre un "Nada".

— ¿Qué mierda te pasa? ¿Este mes es tu turno de andar encabronada? —preguntó.

— Sí —mentí, o no tanto -en parte-.

— Mierda, Haeyoung. ¿En algún momento estaremos sin pelear?

— No, es nuestra esencia.

— Pues eso no está bien. No es sano —dijo serio, más serio de lo que quisiera.

— Sólo estaba bromeando, Yoongi. Tranquilízate.

— Es que no es broma, Im. Me dijiste que querías que habláramos las cosas, que no me guardara las cosas para mí y te contara mis problemas. Bueno, eso va para ti también.

Hice un puchero sin intención y bajé mi mirada. Yoongi me estaba regañando como mi padre lo hacía cuando bromeaba para esquivar la tensión. Obviamente eso no había funcionado.

— Yoongi yo...

— ¿Ya no me amas más? —preguntó con un tono triste y preocupado.

— Te amo y mucho. Si no te amara no te hubiese aguantado tu mal carácter antes del comeback.

— Entonces qué... No me dejas ni tocarte y ya llevas una semana así. Te traigo chocolates para ser más tierno contigo y me dices que pare. De verdad no te entiendo y me estoy cansand/

— ¡Estoy con la regla! —lo grité cerrando bien los ojos creyendo que así me daría menos vergüenza pero la verdad es que fue todo lo contrario.

Yoongi quedó asustado por mi grito y callado. Apretó sus labios en una línea en el intento de no soltar una carcajada pero falló en el intento. Lo golpeé en el brazo alegando a que se callara y dejara de reírse.

— ¡Como no me voy a reír si estabas actuando así de pesada por estar menstruando!

— ¡Cállate, tú no lo digas!

— ¿Qué cosa? ¿Menstruación?

— ¡Min Yoongi!

— De acuerdo, de acuerdo... —respiró profundo y botó todo el aire inhalado —Pensar que todos estos líos fueron por eso. No tienes que sentirte avergonzada, Im. Es natural en ti por ser mujer y lo será hasta que tengas la menopausia.

— Ay, ya cállate. Que lo digas tú lo hace peor.

— No digas eso, de todas formas ya había visto tus toallitas en el baño y cuando lavaste las sábanas.

— ¿¡Qué!? ¿Y por qué demonios seguías intentando tocar mi trasero?

— Ni modo que te llegue por atrás...

Abrí la boca un tanto ofendida y sorprendida por lo que dijo y se cubrió de nuevo para recibir mis golpes.

Más presentaciones y programas de televisión llegaron después de eso, Yoongi continuaba de buen humor y los chicos pasaban el día completo -a veces noches- en nuestro departamento. No era algo que me molestara pero ¡al menos que dejaran limpio!

Taehyung me bailaba sensual -como un stripper- mientras agitaba sus caderas frente a mí cuando veía televisión para llamar mi atención.

— Basta, Kim.

— Mírame, ¿no te parece sensual mi nuevo baile?

— No.

— A mis fans les gustará y harán compilaciones de él.

— Claro, porque no pueden olerte.

— ¡Haeyoung-ah! —reclamó.

— Pero si es verdad... —nop, era mentira. Tae siempre olía bien porque era el que más se preocupaba de su forma de vestir y estar bien presentable, aunque todos eran así él era el más preocupado.

Continué comiendo mis papas fritas mientras él me hacía una pataleta. Como lo ignoré se dio por vencido y partió a la cocina para molestar a Seokjin por comida.

Suga llegó a mi lado al rato y me robó un par de papitas.

— ¿Qué ves?

— No lo sé, sólo la prendí para ignorar a Taehyung.

— Vaya técnica.

— Y funcionó... —reí llevándome otra papa luego.

— Comenzaré a aplicarla.

— ¿Por qué si es a quien más amas de los 6? —espeté burlesca.

— Mmmm... No es que lo ame en ese sentido, pero Taehyung fue el único entre Jimin y tú que no me juzgó antes de conocerme. Sé que le daba miedo y eso, pero cuando me dejó enseñarle a tocar el piano, le entregaba canciones y lo ayudaba con las composiciones no me miraba con miedo sino que con admiración.

— Lo sé, fue el único que intentó convencerme de que no eras tan malo —froté su rodilla con cariño, tomó mi mano y la besó.

— Te tengo un regalo.

— ¿Qué cosa?

— Ven a la habitación.

— Mmmm... Min Yoongi...