❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

32. Día D

POV Yoongi

— ¡Rápido, Yoongi! ¡Es tu turno, pareces una tortuga! —gritó la estilista mientras yo yacía en el sofá con sueño aún y perdido en un zapato.

Si había algo que odiaba en la vida era andar apresurado todo el tiempo o que me apresuraran... Pero qué podía hacerle, tenía que correr para todos lados cuando teníamos conciertos o shows de televisión y lamentablemente para mí eso era bastante seguido. Ah... En mi próxima vida quiero reencarnar como una roca.

— Sí, afírmale la cabeza. Lo perdemos —la escuché decir a lo lejos, pues estaba dormitando —Ve a vestirte —me quejé pero le obedecí antes de que comenzara a alterarse.

A medio morir saltando me vestí, olvidando por completo que hoy sería un día importante, tanto para Haeyoung, Jimin y para mí. Jimin desobedecería la orden directa del presidente por completo y esperábamos que esto no trajera mayores consecuencias.

Los gritos de las fans se escuchaban por doquier, subí una foto a Twitter animándolas a que esperaran un poco más para vernos, pues afuera hacía un frío que te congelaba.

— Hyung —me llamó Jimin, se veía preocupado y jugaba con sus dedos —Tengo miedo.

— Tranquilo. Asumiré las consecuencias por ti.

— Por eso tengo miedo...

— Jimin, todo saldrá bien. Según mi punto de vista es mejor callar.

— El que calla otorga —el mánager se unió a nuestra conversación de la nada con su frasecita de mierda —Chicos, como consejo: no desobedezcan al presidente, todo puede salir peor de lo que ya está. Él no es tan amable como PD Bang y mientras él esté enfermo es el presidente Shin quien está a cargo... Y ya saben cómo es él.

— Si Jimin habla yo hablaré. Tengo bastantes fotos con Haeyoung que me respaldan a mí y nuestra relación.

— Yoongi no seas terco...

— Lo siento, hyung. No perderé a Haeyoung otra vez. Iré a la casa de Bang de ser necesario.

Jimin y el mánager compartieron miradas y suspiraron casi en sincronía. Lo sentía mucho pero no podía darme el lujo de perderla como por tercera vez en lo que va de relación. Ella es importante para mí en muchos aspectos y circunstancias...

Calentábamos nuestros cuerpos antes de subir al escenario, Jimin y yo seguíamos nerviosos pero a pesar de lo anterior, logramos dar un concierto de calidad -como siempre- y Jimin mantuvo la boca cerrada.

Inmediatamente después de concluido el show el presidente me llamó para conversar, se escuchaba molesto pero la verdad es que me daba igual.

Viajamos a Seúl el mismo día porque al presidente no lo interesaba discutirlo por teléfono, él quería amenazarme en persona. El nuevo presidente de la compañía era temido por todos debido a su carácter, altura y anchura acompañados de un vozarrón que hacia vibrar el piso.

Yo sabía lo que me esperaba: o seguía sus reglas o me iba de la empresa. Pero si irme significaba estar con Haeyoung en paz no me interesaría quedarme sin trabajo.

— Hyung, no le llevemos la contraria, por favor... —Jimin y yo caminábamos hacia la oficina del imbécil al mando junto a nuestro mánager —N-No quiero que nos ocurra nada malo...

— Tú sólo calla, déjamelo todo a mí.

— Yoongi, no seas terco —insistió el otro —Ya hemos llegado —tocó la puerta y entramos en silencio.

El mastodonte se encontraba parado junto al gran ventanal de la ex oficina de Bang Sihyuk. Mierda... Como extrañaba a ese hombre.

— Tomen asiento —y el piso vibró, no es broma.