❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

2. ¿Qué pasó? pt.1

{Seis meses antes}

— ¿Y ahora qué? —pregunté mientras me vestía.

— Tenemos que ir a la casa —dijo Yoongi en las mismas.

— Ay, me da nervios.

— ¿Qué cosa?

— Ver a tu jefe ahí.

— Ah... Recuerda que eres mi hermana pequeña.

— Idiota. Lo único que seré tuyo es tu esposa.

— No seas cursi.

— No es de cursi, es en serio, Suga.

— Somos muy jóvenes para casarnos.

— No te digo que nos casemos ahora, recién terminamos una relación.

— No recién, hace 8 meses.

— Ya sabes a lo que me refiero... —sonrió —Debemos hacerlo cuando estemos viejitos y queramos pasar lo que nos quede de vida junto al otro.

— No me gustarás toda arrugada como pasa...

— Mmm, cierto... Tú a mí tampoco.

— Vámonos ya, hermana pequeña.

— Idiota.

°•°•°•°•°

— ¿Te costó mucho aprender a conducir?

— No, veía a Jimin todas las mañanas. Lo observaba y aprendía. Al menos ya sabía donde estaba el freno y el acelerador... —rió bajito.

— Me alegro.

— Gracias... —momento incómodo otra vez... —¿Cómo aprendiste a bailar tan rápido?

— Me enseñó la mejor... —insinuó mirándome pícaro y acariciando mi mano derecha en la palanca de cambios.

— ¿Y quién es esa? —dije pretendiendo celos pero ya sabía que se refería a mí, quería que lo dijera.

— La profesora Seo —lo miré de reojo -un tanto decepcionada- y estaba conteniendo una risa estrepitosa que de seguro rompería mis oídos, sin embargo continuó —Estudió en Estados Unidos y nos enseñó diferentes técnicas. Hubieras visto a Seokjin hyung al principio... O incluso a Namjoon.

— Ah... —dije quitando mi mano de la suya y colocándola en el volante. Volvía a jugar conmigo.

— Joder, la cara que pusiste es demasiado graciosa —dijo muerto de risa.

— Oye, no te rías tanto. Te vas a poner morado de lo ahogado.

— Joder. Casi nos pasamos. Detente ahí.

Me señaló una vereda y estacioné. No era un edificio tan grande como creí que sería, bueno que recién están comenzando y ganando fans de a poco -incluyéndome-. Bajamos del auto y caminamos a la entrada, tuve que registrarme con mi cédula de identidad y luego subir junto a él. Se podía escuchar la música en los pasillos y gritos provenientes del último departamento. Miré a Yoongi y me miró de vuelta, sabiendo ya cómo eran los chicos. No esperaba que al abrir la puerta del departamento hubiese tanta gente. Eso incluía a los chicos, Sohye, el mánager, gente del Staff y ese presidente que sólo había visto en fotos. Me incliné ante todos saludándolos, los chicos de vez en cuando me revolvían el cabello mientras pasaba por ellos hasta llegar con el presidente.

— Yoongi, al fin llegas.

— Lo siento, tuve un inconveniente —vaya, que inconveniente tener sexo conmigo, Min Yoongi. Esa ni tú te la crees.