❦ Տҽҽsɑա ❦ ||『 Min Yoongi 』

51. A un paso del final

Yoongi
~ dónde demonios estás, Haeyoung? ||

Ni siquiera me molesté en abrir el mensaje y desconecté los datos para no recibir más notificaciones. Pasé a un restaurante para almorzar y nunca me había dado cuenta que siempre almorzaba acompañada; sino era con Jimin, Taehyung, Sohye o mis padres, obviamente era con Yoongi. No podía seguir así de dependiente del resto, tenía que cambiar esos aspectos que no me agradaban tanto de mí o al menos intentarlo, y no sólo porque no me guste, si no porque tengo que aprender de mis errores y no depender del resto para que la caída sea menos dura.

Al no contestar sus mensajes en el Kakao, Suga comenzó a llamarme. No quise contestarle, pues todo lo que le diría sería a la cara y no por teléfono.

Conduje hasta mi antigua casa y cuando llegué vi el auto de Jungkook estacionado afuera y a Yoongi sentado en la vereda. Joder... Ni siquiera me dio el tiempo de preparar las palabras adecuadas.

— ¿Dónde estabas?

— Entremos.

— Haeyoung, dónde estabas... —insistió.

— Tenemos que hablar —lo miré esta vez y su cara se puso seria, quizá sabiendo lo que se venía. Y sip, fue lo único que se me ocurrió decirle.

Entramos y comencé a destapar los muebles y el sofá solo para darme más tiempo de pensar en lo que diría y que no trajera una gran pelea. Tomé asiento y el no me siguió.

— ¿De qué quieres hablar? —espetó.

— Esto debe terminar, Yoongi —solté sin más.

— ¿Qué?

— Lo que has oído. Ya no aguanto más... —quise llorar, pero me contuve —Se supone que seríamos felices pero, dime Yoongi, ¿lo somos? —tal y cómo esperaba se quedó callado, con las manos en las caderas y resoplando fuerte por la nariz intentando no llorar.

— ¿Pero qué pasará con/

— ¿Con el contrato? ¿Con BTS? ¿Con mi supuesto embarazo?... ¿Cuándo mierda se va a tratar algo de mí en esta relación? ¿Hasta cuándo tengo que hacer todo para que tú seas feliz, para que puedas cumplir tu sueño? ¿Qué hay de los míos?

— Haeyoung...

— No, Yoongi. Ya te he perdonado las veces suficientes como para darme cuenta de lo tonta que he sido. Ya no habrá otra oportunidad para que me vuelvas a hacer daño.

— No entiendo... ¿Por qué tan de repente? —su voz se quebró en lo último y comprendí que a él también le dolía, pero ya era demasiado tarde.

— No he tomado esta decisión de la nada, Yoongi. Es una acumulación de cosas y circunstancias que me han hecho darme cuenta de que no puedo estar contigo por tu sueño y que debo cumplir los míos.

— ¿Y qué sueños tienes? —esa pregunta no fue para nada grosera, si no que de verdad estaba interesado.

— Quiero hacer un posgrado en el extranjero —asintió comprendiendo —Juntar dinero para recorrer el mundo, conocer diferentes lugares, países...

— Junto a mí puedes hacer todo eso...

— No de la forma que quiero, con libertad... —agachó la cabeza y miró en dirección a mis zapatos.

— ¿No hay nada que pueda hacer para convencerte?

— No... —iba a decir que siempre era lo mismo con él pero mordí mi lengua porque quería que mi ruptura con Yoongi fuera lo más tranquila posible para no dejarlo ir con una sensación amarga en la boca y un nudo en el corazón. Se sentó a mi lado y tomó mis manos, mirándolas entrelazadas.

— Y-Yo... No quiero dejarte ir, Im. Pero tampoco quiero hacerte más daño... Te amo demasiado como para permitirme hacerte daño otra vez y no quiero ser el que te detenga o no te permita cumplir tus sueños por culpa de los míos —tomé su mejilla con cariño y lo miré a sus ojos ya llorosos —Y-Yo... Iré a hablar con Bang y le explicaré...

— No es necesario... Ya hablé con él —su rostro se desfiguró y arrugó el entrecejo sin comprender.

— ¿Y qué dijo?

— Que está bien, que puedo mudarme de allá, vivir en otro lado... —mientras le hablaba él negaba con tristeza, como si cada palabra que dijera le rompiera el corazón —Pero que teníamos que seguir fingiendo estar juntos frente a los medios al menos por un año y luego... luego todo terminaría...

— No...

— Lo siento...

Yoongi cubrió su rostro entre sus manos luego de soltar las mías y lloró, como nunca antes lo había escuchado y me dolió, me dolió tanto que yo lloré con él pero sin provocar ningún sonido a diferencia de él. Acaricié su rodilla, limpió su rostro con las mangas y me miró.

— Te amo —espetó, pero yo no dije nada... No quería complicar más las cosas. Por supuesto que aún lo amo y demasiado, pero ya no puedo más. Se dio por vencido al no obtener respuesta de mi parte y continuó —¿Aceptaste lo que te dijo? —asentí.

— Era eso o continuar con lo mismo por dos años más... Tuve que negociar —rió un poco.

— Tengo que irme...

— Bien...

— Cuídate, Im...

— Igual tú, Min.

Me sonrió con dolor y tomó su chaqueta para ponérsela. Caminó hasta la puerta para marcharse pero se detuvo para hablar otra vez.

— Tus cosas...

— No te preocupes, iré por ellas.

— ¿Vivirás aquí?

— Aún no lo sé...

— Ah... Bien. Adiós, Haeyoung...

— Adiós, Yoongi.

Se fue sin decirme nada más y a punto de romper a llorar de nuevo, sin beso de despedida siquiera, aunque no sé si hubiese podido resistir a darle una oportunidad de nuevo.

Estaba desconsolada y tranquila al mismo tiempo, y es que esta ruptura fue mejor que la anterior porque no terminamos peleando, y en todo el trayecto de nuestra relación fue al final cuando pudimos discutir de algo sin pelear... ¿Por qué tenía que ser así? Quizá Yoongi también estaba agotado de las peleas estúpidas de todos los días, de las peleas sin sentido y las por qué sí. Me alegra que haya entendido mis porqués y me haya dejado ir con tranquilidad en medio del dolor.

Ahora debería armarme de valor, dejar de llorar y coordinar el día en el que iría a buscar mis cosas. Lo haría con Hye para que me diga cuando no estén los chicos y no toparme con Yoongi hasta que sea estrictamente necesario.