𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸

IV

-Ari, detente, por favor no.

-Cuauhtémoc, quítate.

-No Aristóteles, no hagamos esto más grande.

-Ese cabronazo al que llamas amor se atrevió a tocarte. Nadie te puede dañar Temo. Y él ya lo ha hecho tanto emocional como físicamente. Yo ya le demostré que puedo defenderte, no me molestaría recordárselo.

-Mira Ari, lo sé pero yo quiero ser quien acabe con esto. Nic tiene problemas de bipolaridad, necesita ayuda.

-Y te atreves a defenderlo. Es un loco posesivo Temo. No te dejará en paz si no acabas de una vez con él y si no lo haces tú lo haré yo.

Me aparta con extrema facilidad para entrar a mi departamento.

-¡Estúpido! ¿Dónde estás mediocre? -pasa buscándolo por todos lados, se dirige a la habitación conmigo justo detrás, la abre de una patada.- ¿Por qué no está aquí?

-Porque le pedí que se vaya. Anoche cuando me golpeó le ordené que se fuera de aquí.

-¿Entonces..?

-Sí Ari, las cosas entre Nicolas y yo terminaron, al menos para mí.

Se queda procesando las cosas antes de correr a abrazarme. Disfruto de nuestra felicidad hasta que su hombro roza con mi pómulo haciendo que suelte un leve quejido.

-Ay, perdón Temo. Perdón, perdón. -deja un delicado beso en mi mejilla dejándome impresionado.

-Amm.. e-está bien. -nos quedamos viendo, juro que podría comerle la boca en este momento.

Él es quien da el primer paso juntando nuestros labios, apenas son pequeños roces. Su boca tiene el exquisito sabor de la vainilla, sus labios son tan suaves, soltamos pequeños suspiros entre cada beso que damos. Toma mi cabeza para profundizar el beso pero escuchamos que la puerta del departamento es abierta por lo que nos separamos escuchando gritos.

-¿Dónde está esa perra?, ¡Le voy a quitar esa cejas depiladas de un sólo pellizco! -Diego entra a la habitación con los puños en alto lanzando golpes débiles a cualquier lado.

-Cálmate fiera. Ese asunto ya está resuelto.

-Uff que bien, no quería ensuciar mi traje... -olfatea el lugar y mira alrededor.- Aquí huele a sexo. ¿Temo tuviste acción con Nicolás por una última noche?

-Diego eres tan imbécil -Ari rueda los ojos y toma a Diego del brazo para empujarlo.

Yo sólo me quedo con las mejillas rosadas por lo que acaba de pasar.