XXXII

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Estamos sentados en la cafetería de siempre. No puedo dejar de ver a Diego y Ari. El último sigue confundido por mi actitud pero es que jamás me lo imaginé.

-Temo ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? -el rizado habla pero no le puedo responder.

-N-no, no pasa nada.

-¿Seguro? Puedo hablar al estudio para decirles que acabamos por hoy.

Sin poder evitarlo paso mi mirada entre ellos por milésima vez. Un nudo se forma en mi estómago.

-Tranquilo, creo que me tengo que ir. -sin dejar que responda salgo corriendo del local.

-¡Temo! -escucho la voz de Aristóteles. Giro viéndolo correr hacia mi.

Alarmado corro aún más rápido, como nunca lo había hecho en mi vida.

Logro perder a Ari escondiéndome en un local de reliquias. Me recargo cansado en una pared, siento lágrimas caer. ¿Por qué dejo que me afecte tanto?

𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora