XXIX

1.3K 172 1
                                    

Alzo la mirada viendo a Ari tocar emocionado un largo piano. Hace dos días que me prestaron un estudio, casi no hemos salido de aquí.

-Amor, yo creo que si agregamos la guitarra con el teclado al principio sonaría mejor, después agregaríamos la batería para que se sienta el impacto.

Sonrío asintiendo mientras lo apunto en una libreta. Desde que llegamos he visto a Aristóteles más feliz que nunca. El brillo en sus ojos no ha dejado de estar presente al igual que su sonrisa.

-Creo que al ritmo en el que vamos terminaremos entregando todo un disco.

-Y será el mejor disco, gracias a ti. -me siento a su lado abrazándolo por los hombros.

-¡Hemos llegado! -Diego abre la puerta de par en par alzando los brazos, Melly se asomaba detrás de él sonriendo.

-¡Tenemos café! -Amelia empuja a Diego para pasar y él la mira indignado.

Pasa dejando los cuatro vasos de café en medio del piano.

-¡Chicos! Gracias ¿Cómo pasaron?

-Diego sedujo al guardia. -Amelia se encoge de hombros.

-Eso no es verdad.

-De hecho suena muy creíble -Ari lo molesta tomando de su café.

Los cuatro disfrutamos del tiempo que pasamos juntos. Yo sólo puedo ver a Ari preguntándome cómo le hizo para cautivarme de la nada.

𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora