XIII

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Descansamos en el gran sofá de mi sala. Ari leía mientras yo recargaba mi cabeza en su pecho.

El timbre de mi celular suena así que me levanto para ir por él. Ari quita sus lentes mientras me ve contestar.

-Hola guapo -la voz de Diego se oye del otro lado de la línea. Lo pongo en altavoz y me acerco a Ari para que escuche.

-¿Qué tal Diego?

-Perfumate Cuauhtémoc, que hoy tengo un evento de trabajo, no es por emocionarte ni para ilusionarme, pero creo que me darán un reconocimiento. Al fin después de tanto tiempo, la verdad se estaban tardando.

-¡Diego! Pero que bien, ahí estaré no te preocupes.

-Muchísimas gracias Temo. Ahora debo llamar al engendro. Nos vemos a las ocho. ¡De traje Cuauhtémoc! -grita antes de colgar.

Nos quedamos en silencio antes de que el celular de Ari suene.

-Adivina qué perro estúpido.

-Que grata que es tu llamada Popochas.

-Cállate y escúchame con atención...

Lo demás fue lo mismo que mi llamada con la diferencia de los insultos entre ambos.

𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora