𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸

XII

Lo labios de Ari no dejaban de chocar con alguna parte de mi rostro. Abro los ojos algo cansado viendo su sonrisa amplia y sus ojos achinados dándome la imagen más tierna que pueda apreciar.

-Me estás llenando de saliva Aristóteles.

-Luego te limpio la cara bello durmiente. -se acuesta a mi lado viendo el techo y yo aprovecho para tomarlo desprevenido dándole muchos besos.- vaya, más mañanas así por favor.

Ruedo los ojos y me levanto, siento el frío golpearme al quitarme las cobijas.

-Maldición, que frío está haciendo -me levanto por una sudadera que se encuentra en el pequeño sofá de mi habitación. Me la pongo y me dirijo a la cocina.

Tomo una pequeña olla de un cajón para calentar algo de leche. Planeo hacer chocolate caliente para ambos.

-Que linda vista -me levanto con todo y la ollita en las manos. Volteo encontrándome a Ari recargando su cadera contra la isla. Y claro, mirando mi trasero.- Me gusta como se te ve mi sudadera.

Se acerca para dejar un beso en mi nariz. Miro la sudadera de nuevo, efectivamente es la de Aristóteles.

-No me fijé que era la tuya -me la estaba por quitar pero sus manos detienen mi movimiento.

-Quédatela, la luces muy bien -toma mis mejillas para darme un beso que pico. Me desconcentro con el beso, él aprovecha para quitarme la olla y poner la leche a calentar.

Logro salir de transe, entre ambos hacemos el desayuno, se me ocurrió hacer crepas caseras pero no tome en cuenta que Ari siempre quiere ayudarme así que terminamos hartos lanzando harina por doquier.

Por suerte limpiamos rápido y ahora ambos estamos frente al ventanal de mi departamento observando la ciudad fría mientras compartimos besos cálidos con sabor a chocolate y mermelada.