XXXVIII

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Despierto con la mano de Ari sobre mi cara. La aparto para levantarme e ir al baño, la quemadura duele menos que ayer, parece que la pomada actúa rápido.

Salgo dirigiéndome a la cocina, me preparo un café en el silencio del departamento. Lo tomo con calma sentado sobre mi isla jugando con mis pies que cuelgan.

De repente escucho un golpe, pongo atención y salto en mi lugar al escuchar muchos portazos.

-¡Temo! ¡Mi amor! ¡Cuauhtémoc! ¿¡Dónde estás!? -escucho los gritos de Ari junto a los portazos cuando revisa cada habitación del departamento.- ¿Amelia, Temo está contigo? -sale corriendo con su celular en la oreja pero se detiene cuando me ve.- Olvídalo.

Cuelga y se acerca a mi.

-¿Por qué tan...? -me callo al sentir sus brazos a mi alrededor.

Se queda en silencio, sólo apretandome contra su pecho.

-No me vuelvas a asustar así.

-Pero asustar ¿por qué?

-Por un momento creí que te habías ido de nuevo. -se aleja dejándome ver sus ojos levemente cristalizados. Me debilito.

-No llores. -alzo mis manos a sus mejillas acariciandolas, cierra sus ojos ante mi tacto, me volví tan vulnerable ante él.

𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤 𝐮, 𝐧𝐞𝐱𝐭 ➶ 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora