El chico lindo y pervertido de al lado [K.N.J] [Corrigiendo]

"Capitulo 30"

Título:“¿Qué es la felicidad?”

Al día siguiente...

22 de Noviembre.

Viernes.

7:00 A.M

Narra ____.

Ayer, después de nacer mí hijo y cargarlo en mis brazos, me pregunte: ¿Qué es la felicidad? Pero no sabia lo respuesta, por lo que ésa pregunta rondo mi mentó todo el tiempo. Ni siquiera pude dormir bien, aunque estaba cansada, no sé cómo, pero me sentía con tanta energía a la misma vez que, era muy raro para mi. ¿Me esforce mucho? Sí, y lo volvería hacer. ¿Qué sentí al tener, por primera vez, a mí bebé en brazos? Alegría, miedo y felicidad junto a un sin fin de emisiones más. ¿Quizás me adelante mucho a mi tiempo de ser madre? Sí, pero no me arrepiento. Porque nunca estuve tan cerca de alcanzar la felicidad e incluso, tenerla. Porque yo sabia que la tenia y no quería dejarla ir. ¿Saben? Siempre me había arrepentido de las decisiones que tomaba, pero estaba segura que de ésta jamás me arrepentiría. Fue lo mejor que pude decidir, y aunque no todos estuvieran de acuerdo, yo lo estaba y eso era lo importante. Porque solo yo y mi hijo importábamos ahora, claro con excepción de algunas personas, pero nosotros somos los más importantes. Y al final de todo, mi repuesta llego junto al bebé, mí bebé, mí hijo, el fruto de mi decisión. Dios, es que era tan sencilla que me quede corta. Porque estar con mí hijo es mi felicidad. Esa era la respuesta; Mí hijo es mí felicidad, pero no solo él formaba parte de ella, porque hace unos meses atrás descubrí que era el amor. Sí, amor. Sentimiento que yo no creí tener, o si quiera merecer. Pero lo encontré y junto a Kim NamJoon. ¿Loco, no? Yo lo creo, si no... ¿quién pensaría que una chica como yo terminaría enamorándose del chico pervertido de al lado, eh? Yo no lo pensaría, es más... ¡ni si quiera se me hubiera pasado por la mente! Porque sí, yo no estaba acostumbrada a ése tipo de pensamientos. Yo siempre fui menos... Intensa, y con NamJoon olvide todo. Pues aquí estoy, mirando como duermen mis dos chicos, los futuros hombre de mi vida, mi hijo y el lindo chico pervertido de al lado. Claro, separados. Obvio no iba a dejar que alguno diera un movimiento en falso.

Si bueno, mi cama es lo suficientemente grande como para dormir cinco personas y todavía le quedaría espacio suficiente para moverse a su gusto. Por eso, y porque quería tenerlos cerca a los dos, dormimos los tres en la misma cama. Bueno, quizás dos y menos de un medio, porque mi hijo era muy pequeño como para ocupar eso. Aunque si, mi hijo tenia su propio cuarto, pero me pareció muy injusto tener que mandarlo allí si quiera. Primero: lo quiero lo mas cerca de mi posible, segundo: está muy pequeño aún, tercero: necesita mi calidez y yo la suya, cuarto: no tenia corazón para hacerlo y alejarlo de mi, quinto: podía pasarle cualquier cosa, sexto: tengo que estar 1000% pendiente de cualquier cosas con respecto a él... Eh, creo que mejor paro, sino no terminaría nunca.

Logró me ver como mi hijo se remueve un poco. Bueno, se puede decir que casi no pude descansar, estaba muy nerviosa y asustada de tenerlo a mi lado que, cuando realizaba algún tipo de movimiento abría los ojos como platos inmediatamente. Yo no sé cómo cuidar de un bebé recién nacido. Imaginense, si era un desastre cuando él estaba formándose en la barriga, ¿qué quedara cuando ya nació? Maldición, ¡ni si quiera sabia cómo se prepara un tetero apto para un bebé!

Dios, necesitaría mucha ayuda y de la buena.

Oh, oh, oh, ¡fruncio el ceño!

___: ¡Ah, moriré de ternura! - ahogo un chillido.