El chico lindo y pervertido de al lado [K.N.J] [Corrigiendo]

"Capitulo 56"

Titulo: “Volver”

Seis meses después...

01 de septiembre.

Viernes.

9:30 A.M

Pov NamJoon.

Y ella volvió, junto a NamKi, y yo estaba muy feliz. Pero, sabia que algo no andaba bien, ella aparentaba estar mejor, aunque fracasase en mostrarse así ante mí, yo la conozco.

Quizás ella quería arreglar todo, de nuevo, conmigo. Y esa idea me emocionaba.

—Hola de nuevo, NamJoon. —dice ella saludándome, luego de seis meses sin vernos.

Mi corazón se acelero de nuevo por escuchar su voz, luego de tanto tiempo sin verla, está hermosa, aunque ____ siempre a sido hermosa ante mis ojos.

—Me alegro de que hayas regresado, ____. —sonrío ampliamente, mirándola.

Oh, sigo tan jodidamente enamorado de ella que tengo miedo. Miedo porque... Si ella ya no me ama, ¿qué será de mí?.

Ahora estábamos reunidos en una cafetería, en la cual ella me cito, por lo que estaba ansioso y emocionado, mi podre corazón no ha dejado de golpear mi pecho aceleradamente.

Me sonríe de lado y se sienta en la silla que le corresponde, frente a mí. Pero, siento que mi mundo se detiene por un momento, a traído una carpeta con ella.

No, no, no.

¿Me va a pedir el divorcio? ¿por eso me ha citado?

Tengo miedo de que todo acabe...

De verdad, trato de enfocar mi vista sólo en sus ojos, pero no puedo, se me es complicado no pensar en esa carpeta que a traído junta a ella.

—Y... —carraspeo—, ¿cómo te fue en Busan? —trato de sacar conversación, para ver si por lo menos me distraigo o logro que ella olvide por lo que a venido.

Sonríe ampliamente, como recordando algo.—Me fue muy bien, creo que necesitaba hacer ese viaje. —responde ella.

Dios, no puedo evitar preguntarme si estando por allá conoció a alguien más.

¿Tan patético me veré si le ruego que se quede a mi lado? Porque eso seria lo primero que haría si ____ quisiese sacar el tema del divorcio.

—Te amo. —suelto, en realidad, sin pensar.

Y, en serio, la reacción de ella me hace preguntarme muchas cosas.

—Lo sé, Nam. —asegura, más no dice si me sigue amando. Eso, me destroza, pero evito mostrarlo.

Bajo las palmas de mis manos hacia mis jeans, para limpiar el sudor de ellas.

—Eh... ¿y NamKi? ¿dónde está? Me gustaría verlo, lo extraño y seguro él también a mí. —cambio de tema rápidamente, y me siento tonto.

Una mesera viene hasta nosotros y nos pregunta qué ordenaremos antes de que ____ me responda:

—Ki está en casa de mi papá, jugando con su amiguita. Y sí, desde luego que te a extrañado, porque siempre me pregunto en el viaje por ti.

—Ese niño me ama, al igual que yo a él. —aseguro.

Asiente, de acuerdo conmigo.—Tienes toda la razón. Nam, para Ki tú eres como un padre. —dijo.