6. Caliente

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Su mente estaba difusa, su cuerpo en cambio era sensible a cada mínimo toque, su interior era expandido por esos largos dedos y temblaba excitado al escuchar el sonido húmedo. Hace ya bastante que había perdido el pudor y gemía descaradamente, su voz era silenciada por la superficie del colchón, estaba boca abajo y sus caderas permanecían alzadas, las manos de ese chico acariciaron sus glúteos y aquella sensación cálida fue repentinamente sustituida por el ardor excitante al recibir una nalgada sonora sobre sus glúteos.

— Eso duele! — Se quejó Jin apretando las sábanas entre sus dedos luego de soltar un quejido que fue un deleite para el menor.

— Quiero ser el único que te haga gritar así... — Dijo Taehyung acariciando el área ahora enrojecida para desabrochar su pantalón con su mano libre. Su miembro estaba por completo humedecido y duro, soltó un jadeo gutural cuando su glande acaricio la cálida piel contraria. — Me aseguraré de que no sientas el mismo placer con otro, te haré completamente mio! — Hablo entre jadeos ante la expectación de entrar por completo en ese cuerpo vibrante y sudoroso.

Seok Jin soltó su voz nuevamente cuando fue penetrado por aquel chico sensual, su interior se apretó alrededor del miembro ajeno y se quejó al sentir como este presionaba su estómago llenando le por completo, un jadeo escapó de su boca cuando se vio abandonado por esa calidez, su carne tembló insatisfecho ante esa acción, en verdad deseaba hacerlo hasta el final y se dejó caer sobre su costado observando al muchacho de hermosos ojos azules quien sostenía su propio miembro sobre su mano derecha acariciando su extensión con una mirada maliciosa sobre sus pupilas.

— Ah! — Gimoteo Jin encogiendo sus piernas y llevando su mano entre ellas sintiendo su pene duro pero ignoró su sexo para tocar su entrada húmeda, aquella droga estaba haciendo insoportable las ansias de tener aquello entre sus entrañas y entre su propia desesperación vulgar metió sus dedos en su entrada tan desesperado por placer como un animal en celo.

— Pídemelo! — Ordenó el menor acariciando el muslo del modelo delineado con sus dedos el músculo de aquella pierna lampiña y masculina.

— Lo quiero... — Pronunció bajo y con agonía, su cuerpo ardía tan ansioso por aquel acto de traición, ya ni siquiera pensaba en su amante lo único que pasaba por su cabeza eran las ansias de satisfacer su cuerpo y quizá también su deseo oculto. — Por favor! — Rogó extasiado y expectante.

Fue penetrado nuevamente solo que esta vez sintió como el miembro ajeno palpitaba tan duro y caliente entre su carne que la sensación del orgasmo no tardó en presentarse ante el con tan poco, su estado no mejoró cuando las embestidas comenzaron y su interior se veía invadido hasta el límite donde al chocar sentía su espalda entumecer y sus piernas temblar, su próstata fue presionada con exactitud lo que no hacía más que llenarle la boca de gemidos y casi gritos de gozo.

El placer era demasiado, el calor en sus entrañas era desbordante y la esencia contraria escurría por sus muslos, su propio semen se mezclaban con el de ese chico que escurría de su conexión para pasar por sus testículos y gotear por el glande de su pene hinchado. Su mente era un desastre, no era consciente del tiempo y vagamente contaba las veces que ese muchacho había eyaculado en su interior, le estaba follando sin condón ni misericordia, cada embestida producía ese sonido morboso de sus pieles chocando. El sonido de sus respiraciones y gemidos eran de lo más eróticos sin mencionar que sus voces contrastaban a la perfección como una canción apasionada y violenta, tan pecaminosa como aquel acto.

Un sonido ajeno al sexo inundó la habitación, Jin quién abrazaba la espalda del menor abrió los ojos confundido, sus grandes manos se desprendieron de esa piel suave y busco la mirada azulina con duda.

— Qué es eso? — Preguntó Jin adormilado mientras recibía el miembro contrario a un ritmo lento pero placentero.

— Es tu celular... — Aclaro el menor al tomar las piernas del mayor y darle la vuelta para seguir penetrando le en esa posición que parecía gustarle a SeokJin. — Vas a contestar? — Preguntó
sobre aquella amplia espalda deteniéndose para alcanzar el aparato.

— No te detengas... — Rogó extasiado apretando las sábanas en sus puños cuando la pelvis de Tae se detuvo, una sonrisa se apoderó de los encantadores labios del antes mencionado y con satisfacción colgó la llamada de ese hombre que había perdido contra él.

— Eres tan sexy... — Susurro apretando los dientes iniciando con embestidas profundas que dejaron a su pareja arqueando la espalda y con la boca seca.

Ya nada importo más que su deseo egoísta, sus sentimientos se vieron opacado por su perversidad y como un espejo roto que no puede volver atrás acepto su propia parafilia, las mordidas agendas los pellizcos sobre sus pezones le hicieron añicos, lo que pretendió ser y el comportamiento adecuado que llevo antes se desmoronó con cada caricia violenta.

— Muerdeme más... — Rogó con lágrimas en los ojos y fue su pareja quien cumplió gustoso aquella súplica, sus mordidas comenzaron por esos amplios hombros hasta su espalda de piel blanca ahora adornada con marcas y besos dulces que contrastaron con las salvajes mordidas. — Taehyung! — Gemía el muchacho olvidando por completo a ese hombre que había ocupado su corazón.

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Sus ojos se abrieron con dificultad, su cabeza dolió como si hubiese bebido un montón pero sabía que se debía a algo completamente diferente, su cuerpo dolía y al mover su pelvis para acomodarse en la cama supo que había sido demasiado intenso, se quejó del dolor y al levantarse camino de forma temblorosa hasta el baño, el semen escurrió con abundancia por sus piernas y al mirarse al espejo tomó el verdadero peso de sus acciones, cómo se supone que le daría la cara a Namjoon cuando su cuello y gran parte de su cuerpo estaba lleno de marcas y mordidas, sus labios estaban aún hinchados y tenía la palabra "Infiel" grabada por todas partes.

— Ya despertaste... Pensé que te habías ido. — Dijo el menor quién entró en la habitación cargando unas bolsas junto a una bandeja que quedó sobre la mesita junto a la ventana. — Traje comida y algo para las heridas. — Aclaro el muchacho para sacar unos ungüentos.

Jin no tardó en meterse en la tina donde fue lavado por el hombre con quien había pasado la noche, cada marca sobre su piel fue acariciada por esos dedos y el aroma a crema se impregnó en su cuerpo, aún cuando ese chico deseaba hacerle solo suyo le entrego aquella prenda negra de cuello alto que ocultaba a la perfección los rastros de su apasionada noche.

— Gracias... — Agradeció Jin al colocarse aquella prenda oscura y sus cabellos no tardaron en ser peinados por los dedos ajenos.

— Estaré esperando que tomes la decisión correcta. — Pronunció el de ojos azules para ponerse de pie e inclinarse para besar la mejilla de su pareja.

Seok Jin no se movió de su lugar, sabía que debía irse pero estaba asustado, no sabía cómo resultarían las cosas con Nam y mucho menos podría negar algo tan obvio como su infidelidad, las cosas seguían revueltas en su cabeza pero había algo que tenía claro y eso era que era una persona realmente despreciable, no se arrepentía de su desliz y se sentía más que dispuesto a repetir aquello.

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No corregí nada, mil disculpas por los errores de ortografía y redacción! 🙏💕

Infiel / Taejin - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora