20. Acosador

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Recordó algo del pasado cuando era más joven y su carrera como modelo iniciaba, trotaba por la tarde con el sol ya oculto en el horizonte, en sus oídos una canción de sus favoritas le mantenía entretenido, las calles no estaban muy concurridas y andaba sin preocupaciones de encontrarse con algún maleante ya que ese era un buen barrio. Su mirada divisó la tienda a la que solía ir y recordó que debía comprar algunas cosas que hacían falta para la cena, entró en la tienda de conveniencia y recorrió el pasillo de las golosinas en envases coloridos, los colores llamativos y el antojo le hicieron coger una bolsa de papas, se supone que debía cuidar su peso pero la verdad no solía aumentar tallas aún si comía como un cerdo.

Cogió un par de cosas más y Dio la vuelta en el pasillo pasando junto a otro cliente al que no le prestó real atención, una vez frente a la caja sacó su billetera y pago. Para su mala suerte la chica que atendía parecía interesada en él y se demoraba en darle el recibo mientras hablaba en un intento de conseguir su número, sintió al hombre de antes formarse a su espalda y por fin recibió sus cosas; salió del lugar apresurado ya quería darse una ducha y tampoco le había gustado como esa muchacha le veía.

Hey! Dejaste tu billetera! — Escucho Jin para voltear y encontrarse a un chico de ropas negras y gorra acercarse apresurado con la billetera en una se sus manos.

— Cuándo...? — Se preguntó a sí mismo no solía ser tan descuidado y fue entonces que ese muchacho llegó en su búsqueda para devolverle su propiedad. — Que descuidado! — Dijo un tanto avergonzado.

— Descuida todos olvidamos algo de vez en cuando! — Dijo con aquella voz rasposa y calmada. Ese chico de piel blanca y ojos rasgados era bastante guapo, noto las múltiples perforaciones en su oreja y esos cabellos rubios le quedaban a la perfección, quizá era algo más bajo pero compensaba su altura con un estilo salvaje que enamoraría a cualquier muchacha.

Estaba pensando cosas extrañas ante ese encanto o simplemente había pasado demasiado tiempo sin una pareja pero debía reconocer que la voz ajena era agradable le gustaban los tonos bajos y la sensación rasposa en cada palabra.

— Bueno ya me voy! — Hablo el rubio sonriendo de forma ligera a lo que Jin bajo la mirada avergonzado.

— Muchas gracias! — Agradeció dando una reverencia reprochándose a sí mismo por parecer un tonto.

Luego de aquella despedida SeokJin retomo el camino a casa, no pensó demasiado en la atracción que sintió por ese chico, después de todo no tenía experiencia en relaciones de ese tipo. Solo había salido con un par de chicas en la escuela pero en ese entonces los hombres también llamaron su atención de vez en cuando; al llegar al departamento pequeño pero cómodo dejo las cosas en la cocina y se tiró en el sillón, el lugar estaba en silencio y solo entonces noto lo solitario que se volvió desde que había sido contratado.

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El trabajo esa última semana había sido agotador, entrevistas, sesiones y eventos le mantuvieron al borde del colapso, sus mejillas dolían luego de forzarse a sonreír tanto, por fin era libre de hacer lo que quisiera y eso era ir por una buena comida para luego dormir el resto del día. Su agente insistió en llevarle a casa pero si hacía eso no podría pasar al local de comida grasosa a un par de calles del edificio de la agencia, así que allí estaba a unos cuantos pasos de ese lugar con el agradable aroma a carne a la parrilla.

— Nos encontramos de nuevo! —  Fue dicho en un tono que Jin vagamente recordó hasta que sus ojos enfocaron al dueño de esa voz.

Jin se topó con ese chico estacionado con su motocicleta frente al local, aquella chaqueta de cuero le quedaba muy bien al rubio, los pantalones rasgados y los bototos de cuero negro encajaban perfectamente con el estilo de un motociclista. Jin sonrió viendo el casco azul profundo y alas en la parte trasera.

Infiel / Taejin - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora