26.- Overdose to die.

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Lucy...

-Quien me trajo?- pregunté curiosa.

-Fue Joseph, no esta aquí por que tuvo que ir con tu abuela. - dijo John.

No lo miré solo asentí. No quería hablar con él y tampoco quería que él me respondiera. No tenia derecho a hablarme ni yo a él.

-Pasa algo aquí?... - preguntó tímido Alex.

-No, Alex, todo esta bien, es todo. - dije sin mirar la ventana.

Alex se sentó al frente mio y tapó mi vista al parque.

-¿Por que te inyectaste mas de lo debido? Acaso quisiste...?- dijo Alex.

-No! No era esa mi intención Alex, solo...tenía un fuerte dolor de estomago. Es todo. - dije rápidamente interrumpiendo a Alex.

-Oh, perfecto! Claro, solo tenías un maldito dolor de estomago y te metiste heroína más de lo debido, es lo normal, cierto? ¿Acaso estás loca? Dime!- dijo Alex casi gritando y furioso.

-No me grites...- dije al borde de las lagrimas.

-Lo siento...lo siento, Lucy. No quise gritarte, estábamos muy preocupados por ti. Lo siento.-

-Llamaron a mis padres?- pregunté temerosa.

Antes de que Alex pudiera responder, entró la misma enfermera que me trajo hace unas horas mi jugo de naranja y las pastillas. John no decía nada, solo estaba mirando toda la escena, desde que miré por la ventana, desde que John me grito y desde que la enfermera entro.

La muy maldita idiota (la enfermera, obvio) miro pícaramente a John. Lo que faltaba, claro, nadie podía no mirar a John, esos ojos verdosos y su cabello ondulado y dorado, por eso se folló a una zorra pelirroja.

-Necesitamos el numero de tus padres, no podemos dejarte salir sin la firma de algunos de tus padres o familiares. Eres menor.-  dijo la enfermera.

-Mi padre murió (mentí) y mi madre se fue de viaje durante unos 4 meses por trabajo... Pero puedo llamar a una prima mía la cual si es mayor de edad y es mi familia.- dije.

Obviamente no llamaría a ninguna prima, llamaría a Rene la cual tenía 18. La enfermera me miró un tanto desconforme y asintió.

-Genial, dime su número. - dijo.

Le indiqué el número de Rene y ella fue a recepción a llamar.
John me miro y yo solo giré la cabeza, no lo miré luego de eso, no quería.

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Luego de unos infernales 30 minutos llegó Rene.

-Hola Lucy...que pasó?- preguntó demasiado preocupada Rene.

-La señorita ingirió por intravenosa una sobredosis de heroína, fue accidental según ella, causó una depresión respiratoria y su asma no ayudó mucho, por suerte llego unas horas después de que lo haya inyectado. - dijo la enfermera.

Miré el reloj y marcaba las 9:40 de la mañana. ¿Inyecté la heroína a las 4 o 6 de la mañana? No recuerdo nada de anoche, ni siquiera la hora en la que llegue a casa, claro recuerdo que John me ha engañado, obvio.

-Bien, solo tiene que firmar aquí. - le indico la enfermera.

Rene me miro, agarró la pluma y firmó el pedazo de papel y su vista volvió a mi, no decifré si era una mirada de decepción, enojo o tristeza. Probablemente las tres juntas.

-Ten, ésta es una orden para un psicólogo y aquí...una orden para ayuda contra la drogadicción. - la enfermera le entregó dos papeles.

Genial...

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