30.- Eres todo lo que quiero ver

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Lucy...

Estos últimos tres meses pasaron volando. John finalmente me pidió para ser su novia hace dos meses a lo cuál yo ni lo dude. Mamá tendría que volver a casa en menos de un mes y la escuela estaba a punto de terminar.

La abstinencia ahora mismo era lo que mas me preocupaba, tenía alucinaciones de indios, escuchaba voces cuando intentaba dormir y muchas veces vomitaba dormida así que John tenía que cuidar de mi en las noches. Según el libro de "Ayuda para drogadicto", en estos momentos, lo mejor era aceptar la realidad y tratar de calmarse. Claro, siguiendo los protocolos, las alucinaciones y los indios y las voces en mi cabeza fueron disminuyendo.

-¿Como te sientes, cariño? - preguntó John acariciando mi mejilla.

Había traído una bandeja llena de frutas, jugos y comidas reconfortantes para así poder reponer mi fuerza.

-Ahora que estás tu aquí, mucho mejor. - respondí sonriendo.

El rió, revolvió mi cabello, volvió a besar mi mejilla y me miró pensativo.

Algo pasaba por esa cabecilla.

-Pienso en volver a casa, Lucy, no puedo seguir viviendo aquí gratis, a no ser que tu madre acepte el hecho de que hay alguien que está completamente enamorado de su hija de 17 apunto de los 18. - dijo no muy convencido.

Me senté en la cama rápidamente y lo miré fijo, los nervios se apoderaron de mi y sentía que iba a escupir mi corazón. No podía irse, no podía irse y dejarme aquí sola.

-No, John, tienes que quedarte. - dije triste.

-Lucy, me encantaría quedarme aquí contigo, viviría pegado a ti, pero debo hablar con mis padres. No voy a casa hace poco mas de dos meses. - dijo John serio.

Lo miré y tenía razón. El tenía que volver a su "hogar" con su "familia" y era egoísta e injusto que piense que lo mejor sea quedarse a vivir la vida entera en esta casa, aquí conmigo.

No respondí, solo asentí tristemente y besó mis labios.

-Aparte, no tengo ropa y tu madre no tarda en llegar, supongo. - dijo tratando de bromear.

Yo podría comprarle toda la ropa del mundo.

Asentí con mi cabeza.

-Vamos Lucy, nos podremos ver en la escuela e inventar excusas para poder vernos en tu casa y tu a la mía. No nos dejaremos de ver. - dijo John.

Agarré sus brazos e hice que me rodeara entre ellos y empezó a besar me frente.

-No sabes todo lo que te quiero John. Estoy pérdidamente enamorada de ti. Te amo con fuerza y te quiero con cada parte de mi cuerpo. No me dejes sola nunca. Por favor. - dije al borde de las lágrimas.

-No te dejare nunca sola, Cariño. Eres todo lo que veo, todo lo que amo y quiero, nunca haría algo para lastimate. Yo también lo estoy. También estoy enamorado locamente de ti y lo mas extraño de todo es que solo nos conocemos hace unos simples 5 meses y salimos hace dos meses. - dijo riendo.

Yo reí junto con él. Su risa era contagiosa. Me besó lentamente en los labios y nos separamos unos segundos.

-¿Cuando volverás a tu hogar? - pregunte con miedo.

El me miró y tardo unos segundos en responder.

-Hoy mismo, en la tarde. - dijo cabizbajo.

Sentí unas ganas horribles de llorar, hoy era domingo, hoy teníamos que salir y hacer cosas divertidas no extrañarlo. Quizá sea un poco dramática pero a la mierda.

-De acuerdo... Ven, te ayudaré a buscar tus cosas. - fue lo único que dije.

John asintió y bajamos a la sala a comunicar la noticia a Rene y Joseph, ellos reaccionaron de la misma forma que yo. Al principio resistieron y trataron de convencer a John de quedarse, pero fue imposible.

Sus pocas cosas ya estaban en la entrada principal y John nos estaba despidiendo a nosotros tres. Se me escaparon algunas lágrimas que con suerte nadie logró notar excepto John. Me besó fugazmente y me abrazó con mucha fuerza.

-Nos veremos mañana, en el colegio. - dijo John recorriendo sus dedos en mi mejilla y sonriendo.

-De acuerdo... Adiós. - dije suspirando.

John cerró la puerta y se largo en un taxi hacía su casa, temía por lo que dijeran sus padres o por lo que harían. Me giré y Rene me abrazó.

-Bien...¿Quien quiere cerveza? - preguntó Alex.

- ...Nadie? Ok, ustedes se lo pierden. - dijo Alex yendo a la cocina por una lata de cerveza.

Fui al sofá y encendí la televisión para distraerme al menos una hora con alguna idiota película de los 90.

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Me quedé dormida viendo una película de alienígenas. Cuando abrí los ojos estaban las luces apagadas y solo la televisión encendida. Al parecer alguien me cubrió con una manta.

Me levanté pesadamente y me dirigí a mi cuarto. Cerré con llave la puerta y volví a mi cama, obviamente a dormir. Al recostarme sentí un trozo de papel debajo de mi almohada. Lo revisé y tenía el nombre de John.

"Hola Cariño, te extrañaré demasiado, solo quería decirte lo tanto que te quiero. Eres la mejor novia del mundo, gracias por quedarte a mi lado. Te quiero ".

Sonreí involuntariamente al leer la carta. Me causaba tanta ternura y nervios con tan solo una carta. Una maldita carta.

La doblé de nuevo y guardé en mi cajón y volví a dormir.

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John...

Después de haber hablado 3 horas, literalmente, con mis padres verificaron que realmente estaba limpio de drogas y se pusieron muy felices por mi, claro, aún estaba castigado ya que no aparecí por casa en dos meses.

-Oye, despierta. Mama ya preparó el desayuno. -

Abrí lentamente y frote los ojos y ví a mi hermano saliendo de mi habitación, me dispuse a levantarme, era un día de semana, el primer día de la semana.

Olía a café y tostadas mientras bajaba por las escaleras, el lunes empezaba bien. Mi mama me saludó amable, mi padre estaba sentado en el sofá leyendo el diario y mi hermano comía como un cerdo.

-Ten hijo. -

Me entregó un plato con dos tostadas y crema de maní y jugo de naranja. Comí mi desayuno y me alisté para el colegio.

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Espero que les haya gustado este nuevo capítulo.

Voten y comenten. ✌❤🌹

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2019 ⏰

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