Cartas de Nitroglicerina

˙·٠•●♥[ Ansiedad ]♥●•٠·˙

Ochako llegó a casa, bajó del auto y sonrió a Shoto.

—Deberías salir más seguido.

El heterocromático le dió un beso en la frente y subió de nuevo al auto que conducía su hermano Natsuo.

Ella miró a que se fueran, y eso pasó, el carro se desvaneció en el horizonte. Soltó aire y corrió dentro de su casa cerrando con fuerza y mirando el suelo con nerviosismo.

Suspiró, ahí estaba.

Color rojo con pequeños moños color de la arena. Lo levantó y caminó asustadiza a su habitación, revisó todo el lugar. Abrió el baño, el cuarto de lavado, el clóset, la cocina, la sala, el sótano, el ático, todo. No había un acosador, no había alguien queriendo privarla de su libertad.

Entró a su habitación y se sentó en la cama. Abrió el sobre con cuidado:

❝¿Cómo has estado? Últimamente no estás en casa, lo sé porque las luces no están encendidas.

Ayer descubrí que los gatos se la pasan durmiendo siempre ¿Tan inútiles son? ¿Los hámster duermen igual todo el tiempo...❞

—No tengo un hámster —contestó al aire divertida

❝Tambien me di cuenta que cada que te cruzas por mi mente se me eriza la piel, como si te metieras debajo de ella ¿Lo has sentido cariño?
Aveces incluso me pongo a imaginar lo que sería jalar tus mejillas de ardilla, me vuelve loco imaginar esa situación ¡Es tan misterioso!
Me he preguntado también ¿Cuál es tu nombre? ¡No me he atrevido a preguntarle a alguien joder!
¿Cómo es? Pensarlo me deja sin aliento, porque la puta madre hay miles de posibilidades.

Incluso me e imaginado lo que sería cruzar palabras contigo por primera vez, o tomarnos de la mano y toda esa mierda cursi que te meten en la cabeza las pendejas novelas y películas, sería un caos, un jodido caos. Con sólo imaginarlo ya se me hace difícil respirar y las paredes comienzan a volverse apretadas. Pensarlo me hace no poder dormí, ni comer. Me hace llenarme de nervios, como sí me pusiera putamente ansioso y con tan sólo imaginar poder ver de cerca tu sonrisa todo explota dentro de mi ¡Cómo polvo lunar! ¡Oh! Tu siempre que caminas por las noches miras la luna de vez en cuando por ratos, así que he decidido hacerlo también cuando camino en la noche y tu cara es tan redonda como la luna...  ❞

—Que cruel~ —chilló mirando un poco el espejo frente a ella.

❝No soy de sonreír, bueno, no precisamente de manera amable ¡Que joda ser amable! Mierda. Pero incluso me atrevería a practicar un poco, seguro que a ti se te da muy bien eso.

Seguro que cuando me sonrías estaré demasiado asustado como para corresponderte, sí con tan sólo mirar de lejos mi corazón ahoga mis pensamientos y mi cabeza parece estar a punto de explotar seguro que cuando te vea en persona me dará un puto ataque de ansiedad.

Cariño, mis muñecas rozan con el papel y eso hace que me ardan perdón por escribir tan poco, últimamente esta mierda jode mucho.❞

Entrecerró los ojos y miró los manchones, un nudo se hizo en su estómago y se dió cuenta que estaba frunciendo el ceño. Estaba enojada con él, si, ¿Por qué había sangre? ¿Él era de los que se lastimaba a sí mismos? Chasqueó la lengua y guardó todo el su lugar.

¿Cómo dar con él? No podía ir por ahí preguntando si han visto a alguien con fachada de acosador.

Miró la ventana de su cuarto. ¿Cómo se llamará él? ¿Cómo será Lord Explosion Murder? ¿Cómo será su padre? ¿Cómo fue su madre? Se puso a pesar eso mientras limpiaba todo el lugar, tenía una profunda curiosidad.

Sólo le quedaba esperar un poco más de pistas ¿Cómo se sentiría ella al verlo? Seguro que le daría un colapso de ansiedad.

Sonrió efímeramente. Él parecía ser alguien directo, de malas palabras y algo inocente. Casi tierno, casi, pero es un acosador, si, bueno o quizá no, o.... Se dió un golpe en la cabeza para hacerse entrar en razón.

—¡No, no, no, no! —comenzó a decir mientras limpiaba todo. No debía formar lazos afectivos por las cosas normales y ocurrentes que transmitían las letras, él era un total extraño, alguien, por así decirlo malo. Se detuvo en seco mientras lavaba trastes.

—Él ¿Malo? —masculló mirando el jabón en sus manos. —No lo creo...

Gruñó sacándose la idea, estaba abogando por él y eso no era correcto.

Todoroki frunció el ceño cuando miró como Ochako buscaba debajo de la mesa las cartas. Cómo sí esperara las letras de ese acosador.

—Hey se supone que tú no debes estar esperando esas cosas.

—Pero —miró el rostro serio de Shoto— no parece--

—¿Qué? —se sentía miserable sintiendo celos de un desconocido.