˙·٠•●♥[ Encuentro ]♥●•٠·˙

2.2K 372 102
                                    


Apretó fuerte los dientes al igual que aumentó la presión en los brazos de su captor, el miedo la hizo cerrar los ojos ¿Es un reflejo natural, no? Se armó de valor y cuando estaba lista para activar su Quirck abrió los ojos...

Era él, con quién había cruzado miradas hace un tiempo. Él dejó de ejercer presión y se miraron un largo minuto: ella tendida en el suelo de cemento helado y él sobre ella con sus manos aún alrededor de su fino cuello.

—¿C-cariño? —masculló él con la voz rota.

Su corazón dió un vuelco y su cuerpo enteró se estremeció por completo. Sus manos comenzaron a sudar frío y no podía apartar la mirada del rostro de él...

Él, él, él, él, él, él, él, él al fin estaba frente a ella; con cabello ceniza alborotado, con ojos inyectados en vino tinto y con piel pálida al igual que sus labios maltratados. La corazonada inundó su pecho y ansiosa miró las manos de él, llenas de marcas que esperaban algún día poder cicatrizar.

Soltó un asfixiado y débil alarido cuando las lágrimas del cenizo cayeron sobre sus mejillas. Su diafragma se contrajo al mismo tiempo que el amargo sentimiento de la tristeza se destiló en su torrente sanguíneo, verlo así le rompía el alma, el sólo verlo en ese estado le transmitió una monumental angustia.

—Cariño —dijo ansiosa intentando levantarse.

Empujarlo de sobre ella fue difícil, él tenía demasiada fuerza, pero logró sentarse con él rodeando su cintura con sus pies; en medio de la banqueta, en medio del frío despiadado, en medio de una desolada mañana de invierno; su nariz dolía al respirar y sus dedos parecían ir apagando sus nervios como autodefensa ante el clima.

Llevó sus manos al rededor del rostro de él. Estaba desesperada, no sabía cómo actuar, seguía lo que su alterado y conmocionado corazón le dictaba.

—¿Por qué? ¿¡Por qué!? —comenzó a gritar raspando su garganta, aún con las manos de la chica al rededor de su rostro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Por qué? ¿¡Por qué!? —comenzó a gritar raspando su garganta, aún con las manos de la chica al rededor de su rostro. —¿¡Por qué!? ¡¿Por qué, cara de ángel!? ¡¡Era sólo un gato, no puede defenderse!! ¡No sabe que el mundo es—

Se quebró por completo, Lord Explosion Murder le había dado días de felicidad, no sólo a él sino también a su viejo, le ayudó a sobrepasar los días. Le daba calor e incondicional cariño.

—Ese hijo de perra lo envenenó, temía que pasara. Lord no sabía que el mundo es malo —lloró— ¡¡Lo voy a matar!! —boziferó mostrando los colmillos.

Ella apretó los labios y simplemente se limitó a abrazarlo de repente con una gran fuerza ¿Cómo debía sentirse Ochako? ¿Qué hacer?

—Cariño, cariño, eres tú, eres tú —masculló— estás bien, estás bien, no te sucedió nada, estás bien cariño, estás bien, eso me hace tan feliz —susurró.

—Cariño —dijo ansioso sin alejarse del abrazo— ¿Por qué duele? No tengo ninguna herida en el pecho.

La sensibilidad de una gomita ¿Lo recuerdan? Miró al pequeño gato y no pudo evitar sentir un profundo resentimiento hacia quién aya hecho eso.

Los pasos hicieron eco en la acera y calle solitaria. Ochako miró hacia atrás de ella.

—¿Ochako, qué haces?

Cartas de NitroglicerinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora