˙·٠•●♥[ Confusión ]♥●•٠·˙

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El ambiente le incómoda, si, han pasado 4 días en los que no ha recibido nada y no sabe cómo sentirse, pero. Ahora, está enojada, asustada, preocupada y nerviosa.

Todoroki la miró de mala gana y la carta en su mano se agitó con fuerza cuando él comenzó su sermón.
Era su culpa, ella bajó corriendo esa mañana a ver qué había frente a la puerta y Shoto había dormido con ella por haber asistido a una fiesta de Mina Ashido.

—¡No debes esperar éstas mierdas!

—¡Ni se te ocurra hacerle algo a la carta!

—¡Ochako! ¿Te estás escuchando?

—¡Si lo estoy haciendo--

Él es nuevo en eso de amar, apenas va gateando. Y algo tan fuerte y peligroso como los celos no son algo arraigado a él, así que actuó como el impulso le dictó. Su mano izquierda flameó y la carta se consumió en dos minutos.

Miró el rostro de la castaña; indescifrable.

¿Qué había hecho?

No lo entendía, un mes de cartas sin remitente y ella ya parecia querer leer miles a diario. Un acosador estaba usando sus dotes en palabrería para lavarle el cerebro a Ochako.

—Es por tu bien —trató de reparar su error egoísta .

Ochako se quedó en silencio ¿Por qué sentía como sí le hubieran arrebatado un pedazo de su corazón? Las únicas palabras que cruzaban su mente eran...

—Vete... No quiero verte, no ahora —dijo seria, —Te veré después.

Corrió a encerrarse en el baño, y se sentó contra la puerta. Escondió su rostro entre sus piernas, los únicos vocablos en su boca eran un “perdón” sin sentido. Estaba pidiendo disculpas a él.

Las lágrimas comenzaron a salir, su aguante emocional es el de una gomita y algo como eso la movió desde dentro. Había quemado la carta, la había incinerado porque si ¿Oh tenía razón? Quizá si, es malo que ella espere cosas de un completo extraño.

—Ochako perdón, te juro que...

Se cubrió los oídos y comenzó a imaginar las mil y una cosas que podrían haber sido escritas ahí.
Está desesperada, quiere contestar y no hay forma, lo intentó y no funcionó y no hay nada que le permita saber qué es lo que pasa. Su cuerpo y mente gritan una respuesta, sus ojos una prueba y sus labios información.

Regresó a la realidad ante unas palabras que logró captar su cerebro en ese caos de ideas.

—Me gustas.

Ochako miró a su lado y recordó las letras en su mente. Se levantó del lugar ¿Le gusta?
Abrió la puerta y miró el rostro rojo del mejor amigo de su vida.

—¿Por qué?

Todoroki miró el suelo abochornado, ni siquiera el sabe la respuesta.

El nudo apretó su garganta. —¿Por qué? —chilló. —¿Por qué arruinaste esto?

El frío de las palabras hicieron al heterocromático apretar los labios.

—No sé, intenté negarlo pero no podía, verte me hacía querer decírtelo. Y no lo toleré más.

Hubo un silencio. Ambos estaban muertos; Hace años que Ochako estaba enamorada de Izuku Midoriya, quién la cambio por una de sus amigas, Asui Tsuyu. Todoroki igual, había caído ante los encantos del pecoso y terminó negando su orientación sexual para no herirse más.

—Eres tan cruel —gruñó Ochako.

—Es en serio, no es por él.

—Mientes. Estás confundido.

—No.

—Es algo que tú mismo te hiciste creer.

—Por favor deja de evitar esto.

—¡Los dos amamos a Izuku!

El grito se ahogó al final.
Uraraka miró al suelo enojada.

—¿Por qué insistes negandolo? —preguntó rota.

—Eso debes contestar tu.

La castaña suspiró tirándose al suelo y abrazando su cuerpo. Aquél golpe emocional fue tan tóxico que la hizo alejarse radicalmente de todos. Salió con Izuku amandolo tanto sin saber que él le era infiel con su amiga. Miró a Shoto, tan inexperto y confuso.

—No me gustas —sinceró—. No puedo amarte.

—Jamás pedí que me correspondierás.

Ochako miró a la puerta, estaba preocupada por él. Era la primera carta en cuanto días y había perdido la oportunidad de leerla.

Shoto miró dolido la acción de la castaña. Amar es tan enfermo.

Cartas de NitroglicerinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora