˙·٠•●♥[ Descanso ]♥●•٠·˙

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Shoto habló con ella, le costó entender todo, y leyó las pocas que tenía intactas la chica. No parecía en sí un acosador, más bien una broma subida de tono, pues jamás decía mirarla en todo momento, o lo mucho que le gustaría estar con ella en un grado fuera de lo normal. Pero sabía que Uraraka era alguien inestable y la escuchó hasta que quedó dormida mientras decía ansiosa que seguro mañana amanecería una carta bajo su puerta.

La cargó dormida y la llevó a su habitación. Se recostó a su lado y miró curioso la margarita sobre su mesita de noche al lado de una carta adornada.

Se acostó a su lado, mandó un mensaje a sus padres y quedó dormido.

⚪⚪⚪⚪

No había nada, y suspiró aliviada recibiendo un golpe suave sobre su cabeza.
Miró el rostro serio de Todoroki, su segundo padre. Desayunó tranquila, en verdad había olvidado lo agradable que era tener compañía. Platicaron horas hasta la tarde que amenazaba con ser lluviosa, así que él tuvo que irse rápido.

Se despidió de ella dándole un beso en la mejilla, y la llenó de besitos en las mejillas y palabras de aliento para que no se hiciera una tormenta en una gota de agua.

—¡Te veré regresando! —gritó desde lejos moviendo la mano y alejándose.

Uraraka sonrió feliz ¡Parecía que todo había acabado de la noche a la mañana!

Entró alegre y se fue a bañar.

Pasaron tres días, en los que no llego una carta, hasta que salió preparada para ir a comprar Mochis para ver una película  con MinA fue que miró el sobre adornado con un moñito color negro

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Pasaron tres días, en los que no llego una carta, hasta que salió preparada para ir a comprar Mochis para ver una película  con MinA fue que miró el sobre adornado con un moñito color negro.

Cartas de NitroglicerinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora