Cartas de Nitroglicerina

˙·٠•●♥[ Cariño ]♥●•٠·˙

|Capítulo dedicado a mi adorado _IcxCream| ♥ disfrútalo mi cafecito

━━━━❰･❉･❱━━━━

Shoto se había vuelto dócil, ahora siempre iba a visitarla diario para ver películas o simplemente mirar el techo para recordar el pasado y buenos momentos. Salía diario en las mañanas a caminar con Mina, sus padres la visitaban cada fin de semana y se quedaban a dormir con ella.  Se enteró que Denki y Jirou salían y se sintió tremendamente feliz ¡Más aún cuando se enteró que Tsuyu había terminado con Izuku! Aunque extrañamente no estaba ansiosa para ir con el esmeralda, ni siquiera Shoto; ambos estaban ocupados viviendo el presente.

Las mejores vacaciones del mundo, abrazos, risas, silencio llenadores y cálidos. Todo en perfecta sintonía. Un Todoroki más relajado y menos estricto, una Mina más seria y menos relajada, una pareja encantadora y sus padres estaban muy felices por haber logrado firmar un importante contrato.

Corrió bajando las escaleras riendo mientras Shoto intentaba atraparla con el objetivo de tocar sus mejillas con sus gélidas manos.

Tropezó con la alfombra de bienvenida, resbaló un buen tramo pero de inmediato retomó la compostura y empujó la puerta escapando del bicolor. Todoroki cruzó la puerta y dió una risita acercándose lentamente a Uraraka.

—No están tan frías Ochako —avanzó de sorpresa y Ochako retrocedió sonriendo.

La sonrisa de Shoto se transformó en una cara llena de terror, Uraraka volteó a mirar y se congeló en cuanto el carro se aproximó a su cuerpo.

La jaló con fuerza y ambos cayeron al suelo siendo insultados por el conductor.
Uraraka ya tenía la mirada crispada y con lágrimas al borde de estallar, Todoroki sólo miró como el conductor desaparecía.

—No volvamos a hacer eso —masculló. —No sé qué haría si algo te pasara.

—Si. —Ella sonrió olvidando su temor. Pero eso le había hecho salir de esa burbuja rosada.
Caminaron de nuevo adentro y ella miró la alfombra. No había recibido cartas.

—¿Segura que estás bien?

La voz se escuchó de fondo, aún cuando todas sus vacaciones estuvieron marchando de maravilla; siempre salía de casa con esa sensación de vacío que te hace buscar la pieza faltante, con esa leve incomodidad. ¿Cómo estará él? ¿Habrá pasado algo? ¿Está pasando algo con él? ¿Qué está sucediendo en sus días?

—Ochako —salió de su mente y enfocó demasiado cerca los ojos heterocromáticos de su amigo. Ella sólo lo miró más a los ojos ¿Cómo serian los ojos de, él? ¿Cuál sería su aroma? ¿Por qué sentía tanta curiosidad?

—Todoroki-kun —sintió la necesidad de decir su nombre. Estaba loca, en el trasfondo de su mente seguía preguntándose por qué no habían más letras debajo de su puerta. Quería comentarle a Shoto, pero seguro que él se alteraría.

Todoroki apretó los labios, y se acercó levemente a los de Ochako.

—¿Qué haces?

—Sólo una vez —demandó.

—¿Por qué? ¿Quieres olvidar a Izuku? —dijo normal— él ya está libre.

—Quien me gusta eres tu —él se alejó, tomó su chaqueta. —Mañana empiezan las clases, te veo en la estación —la miró dulce— hasta mañana Ochako—. Besó sus labios rápidamente y salió del lugar.

Miró por la ventana de su habitación en la segunda planta, la leve brisa movía sus cabellos de chocolate y la refrescaba levemente. La corriente de aire la llenó de energía, su corazón palpitó más fuerte y apretó los labios. ¡Estaba tan enojada! ¡Él había dicho que siempre le escribiría! ¡Qué siempre estaría con ella! ¿¡Qué estaba pasando!? ¿¡Qué!?

Infló las mejillas jalando los largos mechones que llegaban a sus clavículas en una búsqueda de hacerse entrar en razón ¡No! No es normal ¡No puede formar lazos con un acosador! Pero ¡Pero! Quizá, sólo quizá, ¡Sólo quizá! Quizá él sea diferente....

Se llenó de coraje y apretó el marco de la puerta sacando medio cuerpos al exterior dejando que el aire acariciara todo su cuerpo. Tomó aire:

—¡¡Cariño!! ¿¡Estás bien!?