Trolls

Advenæ

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Poppy estaba ahí, de pie, y mirando a todos los trolls grises, en el centro estaba Ramón, a su derecha la reina decaída y el grupo de amigos de Ramón dispersos por todos los rincones.

Poppy quería hablar. Quería decirle a Ramón que no se rindiera, ella muy dentro de su ser sabía que había otra alternativa. Pero no encontraba las palabras adecuadas.

¿Que podía hacer? ¿Que podía decir? ¿Que podía transmitirle a Ramón?

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Una pequeña vocesita dentro de ella dijo "canta".

¿Cantar? ¿Que rayos podía cantar ella?

Lo que pasó con Bridget solo fue porque se hizo amiga de la berteno, sintió una conexión con ella. Era un lazo de amistad, mientras que con Ramón....

Ellos dos apenas se hablaban sin discutir...ni siquiera Poppy sabe si ella era importante para Ramón. Ni siquiera sabía si el troll por quien sentía algo, tenía alguna especie de "cariño" hacía ella.

Es dura la verdad para alguien que sabe que no tiene oportunidad.

Con todo el coraje de su corazón y evitando llorar, fue hasta un Ramón gris. El troll alzó la mirada, Poppy sintió un escalofrío, esos hermosos ojos azules se habían vuelto grises. Eran gelidos, vacíos, llenos de ira y dolor.

Estaban ahí los dos frente a frente. Poppy cerró los ojos y....

Abrazó a Ramón.

Fue en ese entonces cuando todos los brazaletes de todos los trolls sonaron.

Poppy se aferró más a Ramón, ella lo sintió tenso, lo sabía, Ramón quería que se apartara.

- sueltame..

- no lo haré..

- sueltame si sabes lo que es bueno para ti Poppy - Ramón inconscientemente hizo su mano puño

Poppy tenía miedo, pero no lo soltería, así que se armó de valor y juntó su frente con la de Ramón y sujeto la cabeza del troll para evitar que este quitara la mirada de ella. Rosa y gris mirándose intensamente.

Los dos estaban rotos.

- no me importa lo que digas o hagas Ramón... No te soltare

"Nunca te soltare Ramón" - le había dicho esas mismas palabras, Kairel

- ¿como estás tan segura de eso? ¿Confias es tus palabras? - preguntó sarcásticamente

Poppy no se dejó intimidar.

- tal vez mis palabras no son tan especiales para ti para comunicarme contigo Ramón, pero no te soltare, en el bosque me dijiste que cuando algo te importa, haces lo imposible por ello

-......

- no sueñes que esto se ha acabado Ramón....

¡Boom!

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Ramón sintió un calor en su interior, no dejaba de mirar a Poppy, pero la troll se separó porque una luz empezó a cegarla, y es que.... Ramón estaba teniendo sus colores devuelta.

Ramón quería seguir viendo esos hermosos ojos pero su atención se la llevó el regreso de su característico azul. 

Y fue cuando esa llama que él creía apagada volvió a encenderse.

Y es que comenzó a cantar.

Poco a poco todos los trolls empezaron a recuperar sus colores y se unieron a la canción de Ramón. Poppy estaba feliz, pero no lo suficiente para que sus colores regresaran.

Así era su vida y así quería estar.

Vió a Ramón siendo rodeado por todos los trolls haciendo coro y llenos de color, se sintió bien en ser otra vez la única gris.

Pero lo que sintió extraño fue que Ramón nunca le quitó la mirada de encima a pesar de que ella quedó alejada, desde el inicio de la canción hasta la última nota donde Ramón caminó hacía ella y la abrazó.

O cielos...

O cielos...

O cielos....

¡Ramón la estaba abrazando!
Los demás trolls imitaron la acción he igual se abrazaban, ¿¡pero que importaban ellos!?

Ramón la abrazaba. Y ella correspondía el abrazo.

Ella quería llorar, después de todo el daño que recibió al pasar los años, al fin podía ser feliz al abrazar al troll del que se enamoró.

Y si quería conservar ese recuerdo, tendría que vivir.

Ramón se separó y la miro agradecido.

- gracias Poppy

- no podía dejar que estuvieras así, ese no era el Ramón gruñon que yo conocía

- "sigh", ¿que voy a hacer contigo?

- jijiji

Los dos reían levemente. Y una niño troll se le acercó al príncipe.

- príncipe Ramón ¿que vamos a hacer?

Ramón dobló una rodilla y acarició la cabeza de la niña.

- encontraremos una salida...

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¡Ya se! ¡Ya se!  ¡No me lanzen la chancla! ¡Se que querían ver a Poppy con sus colores pero aún falta mucho más!  ¡Se los juro!

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