Trolls

Reditus

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Pronto los trolls ya felices de nuevo, escucharon a los bertenos pidiendo y exigiendo a gritos un troll, por las aberturas de la olla se veían a esos monstruos con baberos, cubiertos y ansiosos por volver a degustar un troll.

La chef quien usaba la corona y estaba en el centro de la mesa alzó sus manos en señal de reconocimiento por haber vuelto a traer la felicidad.

Los trolls estaban en apuros pero de que saldrían, ellos saldrían.

- ¿tienes algo en mente Poppy? - preguntó Ramón analizando el también la situación

- las probabilidades de que salgamos son bajas, pero serán altas si alguien de milagro nos ayuda

Una idea pasó por la mente del troll azul.

- creo que ya se quiénes pueden ayudarnos solo habrá que esperar...

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La olla ya estaba en el centro del Salón, los bertenos no podían esperar, la chef sonrió complacida.

- pueblo berteno, la felicidad que nos fue negada, ha regresado otra vez, ahora yo ¡soy su reina! ¡Clamenme, amenme, alabenme!

- ¡nunca serás la reina traidora!

Una voz resonó en toda la sala, en la entrada del pasillo estaba Bridget, Grisel junto con todo el pueblo fenix, esto era una locura.

Los fenix volaron por toda la habitación y les quitaron los baberos a los bertenos. Bridget con paso decidido fue a por la chef.

- ¡eres una usurpadora chef! ¡Esa corona no es tuya! ¡Ladrona!

Los bertenos miraban a su reina sorprendidos, ellos habían escuchado por boca de la chef que la reina se había ido.

- ¡tu no me quitaras esta corona! ¡Solo eres una mocosa que no sabe dirigir el Reino!

Los fenixs de un arrebato le quitaron la reliquia de su cabeza y pasó de nuevo a Bridget.

- no inviertas los papeles aquí chef, todos sabemos quien es la berteno mala aquí

Grisel junto con los fenixs sacaron a todos los trolls, Ramón se paró en la Palma de la mano de Bridget estando de acuerdo con lo dijo.

- bertenos, lo que hemos hecho por tradición, siempre estuvo mál, los trolls nos daban felicidad, pero nosotros se la quitamos a ellos, y quiero hacer un acuerdo de paz con los trolls, yo seré la primera en dejar el trollsticio para un bien mayor....

Todos en la Sala estaban en silencio, su verdadera reina había decidido dejar a los  trolls vivos y sobretodo sacrifico su felicidad.

- pero mi reina ¿como será feliz? - preguntó un berteno

- la felicidad la encontré y sin tener que comer un troll, encontré amistad y el amor de alguien que me quiere, a final de cuentas solo se necesita que alguien que te ayude a encontrarla...

Los bertenos parecían convencidos, todos querían ser felices de la manera correcta.

- entonces ¿yo puedo ser feliz?

- ¿y que hay de mi?

- ¡Yo quiero ser feliz!

- ¡yo también quiero ser feliz!

- ¡y yo!

- ¡tambien yo!

Como era la oportunidad perfecta, Ramón decidió hablar.

- ¡claro!, todos pueden ser felices, la felicidad está adentro de ustedes, está adentro de todos nosotros, y no se piensa, se siente...

Todo se volvió una celebración, Poppy y Ramón celebraban con todos los bertenos, los fenixs y los trolls.

Inconcientemente, Poppy y Ramón bailaban entre ellos dos, reían, bailaban, se reían todo por fin estaba bien.

La felicidad alcanzó también al gran árbol troll. Este floreció y volvió a cobrar vida.

Todos los  bertenos, fenixs y trolls bailaban y cantaban. Fue cuando entonces la reina Roise declara a su nieto, el nuevo gobernante.

- ¡nuestro nuevo rey!

Todos gritaron en jubiló.

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La celebración continuó en la noche. Todos convivían reían y eran alegres genuinamente.

Ramón y Poppy veían desde el marco de una ventana.

- así que.... ¿Tengo que tenerte respeto por ser ahora  rey?

- tú nunca me has mostrado respeto Poppy

- cierto... Muy cierto y sigo pensando que siga así

- muy graciosa, pero ni creas que por yo por tener un nuevo título dejaré que estés de vaga

- ¿disculpa?

- lo que oíste

- pero la reina volvió, ya no estarás a cargo de mí

- eso es lo que crees... - Ramón se cruzó de brazos decidido en sus palabras

- sigh, no se para que me quieres cerca

- ni siquiera lo se yo...

Poppy cerró sus ojos y se recosto en el marco.

Ramón la veía por momentos cortos, al menos habían tenido un progreso. Fijó su mirada en el cielo nocturno y estrellado, era hermoso.

En ese mismo instante, una esfera de luz cayó cerca del bosque.

Tanto llamó la atención de Ramón que fue a dar un vistazo. Poppy al sentirse sola vió al troll azul alejarse, así que lo siguió en silencio.

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Ramón estaba con el corazón acelerado, tal vez, solo tal vez, esa era la esfera que por tantos años había buscado.

Fue al punto donde supuestamente la esfera había caído. Pero todo estaba oscuro y sin señal de nada fuera de lo común.

Poppy estaba a unos metros escondida, no quería dejar solo a Ramón, ella conocía lo que él era capaz.

Ramón se voltea dispuesto a irse, pero una luz a sus espaldas alumbra el lugar.

Era la esfera de luz, y de ella sale una troll azul oscuro, Ramón no puede creer lo que está viendo, y Poppy tampoco.

La troll empieza a cantar transmitiendo todo lo que siente...

Mientras descendía lentamente, nunca dejó de cantar y de mirar a Ramón y se aproximó a él...

Ramón estaba shokeado, estaba hecho piedra, frente a él, estaba su amor perdido, su amor por el que tanto tiempo había llorado y sintiéndose lastimado.

- k-kairel...

- hola Ramón.... - sonrió dulcemente la troll

Ramón acercó una mano temblorosa al rostro de la chica que estaba frente a él.

- éstas aquí...  - la chica entrelazo sus manos

- te extrañe Ramón...

Ramón rompe en llanto y abraza a Kairel, la troll hace lo mismo he igual llora.

Poppy no sabía que pensar.

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