Trolls

Marsh

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Poppy estaba en un aprieto.

Actualmente estaba en su búnker tratando de descubrir que era lo que estaba pasando en el bosque, tallos negros del suelo aparecían y rodeaban a toda la aldea, por suerte, la temporada de lluvias se alargó pero por otro lado, estos tallos crecían más y más, y lo peor, era que consumían la energía de todo lo vivo que estuviera cerca.

Si seguían así, la aldea troll peligraría.

No encontraba nada, si siquiera en sus anotaciones o en la biblioteca del Castillo de Ramón.

Hablando de Ramón.... Se podría decir que el amor estaba floreciendo de algún otro modo. Frente a otros actuaban como siempre, pero estando solos, demostraban amor con locura.

Todo parecía estar bién, pero el misterio era ¿dónde estaba Kairel?

Desde que ella se fué, empezó la plaga en el bosque.

Ya llevaba 3 meses sin ningún rastro de ella, y Poppy podía ver ligera preocupación en el semblante de Ramón, pero se le olvidaba y toda su atención estaba en Poppy y en hacer bién su título de rey.

Poppy miraba detenidamente el pequeño tallo que crecía en la maceta dónde la plantó para observarla y ver sus cambios.

El capullo no se habría, al igual que las del bosque, algo no estaba bién, y pensaba descubrirlo. Obviamente no le diría a Ramón, ella se encargaría completamente sola.

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Ramón vió llegar a Poppy, quién estaba mojada completamente, rápido la acercó al fuego y le entregó una toalla.

- lo siento, hice un desastre en la entrada -

- nah, no importa, la lluvia ha estado sorprendiendo a todos, ¿quieres té?, tengo uno nuevo, es de abango -

Poppy asiente, se sienta en el sillón y se seca su melena.

- Ramón, últimamente, ¿no has notado algo raro por aquí? - preguntó Poppy insinuando lentamente.

-..... Ahora que lo dices.... -

Poppy puso atención.

- los trolls se han desvelado más de lo normal en hacer fiestas, creo que haré un toque de queda, ¿a eso te referías con raro Poppy? - Ramón le entrega su taza.

- ¿qué?, no, me refiero a que, bueno, el bosque no se siente el mismo -

- debe ser el cambio de estaciones, pronto será  verano, debemos tener una  reserva de agua, creó que lo veré con los trolls de la construcción -

- sí tienes razón... -

- Poppy, ¿hay algo que te molesta? -

- no, no sé a qué te refieres -

- bueno, si te pasa algo, puedes decirme, quiero que sepas que tienes todo mi apoyo y que no estás sola, son sabes ¿verdad Poppy? -

- si Ramón, contigo estoy bién -

Poppy fué directo a Ramón, puso sus rodillas en cada lado de su cintura y lo besó por un largo rato.

Ramón cerró sus ojos y entrelazó su melena con la de Poppy.

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Días después.

- ¡hola Ramón, volví! -

Frente Ramón y Poppy estaba Kairel en la puerta, ella lucía como la fresca mañana.

Ramón y Poppy solo parpadearon ante su asombro, el troll Azul creía que Kairel se tomaría su tiempo, pero solo tomó algunos meses.

Poppy de reojo vió que otro brote negro apareció pero cerca de la aldea. Luego dirigió su mirada a Kairel quién no debaja de hablar sobre su viaje y cosas así.

Ramón vió a Poppy, quien lo alentó a saludar a Kairel.

Ramón se acercó y saludó a Kairel pero como un conocido. Kairel se llevó una sorpresa en la actitud del troll Azul. Quiso darle un beso pero Ramón la esquivó y beso su mejilla.

- Ramón ¿estás bién? -

- sí, estoy bién, pero Kairel, tu y yo debemos arreglar unas cuántas cosas -

Ramón le dió una mirada a Poppy de que no se preocupara. Él tomó a la troll Azul y se la llevó a pasear y a conversar.

Poppy vió a los dos trolls alejarse, ahora ella rápidamente corrió hacía el brote que había aparecido.

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Poppy estaba exhausta, quiso cortar el brote pero no pudo, eran muy resistentes, hasta pensó en pedir a ayuda a los fenixs pero eso solo traería problemas y sospechas.

Como era de noche, ella preparó la cena, y en ese preciso instante, entró Ramón con su mejilla inchada.

No hacía falta preguntar lo que había pasado, Kairel lo había abofeteado.

- le dije de lo nuestro, y no lo tomó bién -

- fué mejor para ella que se enterara.. -

- si, no sé porqué, pero creo que ya era una relación algo torcida... -

-....lo siento tanto Ramón, sé que ella era importante para tí -

- pero no tanto como lo eres ahora.... -

Ramón besó a Poppy, quién ahora ponía ungüento para la zona inflamada de su rostro.

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Era de madrugada, Poppy hacía su rutina de observación sobre los sobres, tallos y capullos negros esparcidos en el bosque.

Fué entonces cuando escuchó a alguién cantar....

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