Paulina es una importante mujer de negocios.
Paulina tiene una buena vida.
Paulina es perfecta.
Solo hay un problema, yo no soy Paulina sino Hanna su hermana menor, la chica que ahora debe seguir sus pasos y ser como Paulina.
Aunque...yo solo quier...
Acostada en la cama de mi habitación a oscuras recordando que de niña y hasta hace unas semanas tenía un héroe.
Un héroe que iba a mi cuarto cada vez que despertaba con una pesadilla y revisaba el armario demostrandome que no había moustros.
Un héroe que jugaba conmigo a las espadas para que pudiera defenderme de las niñas que me molestaban a mis 6 años.
Un héroe que todos las noches me contaba un cuento antes de dormir y se esperaba a que estuviera completamente dormida para abandonar la habitación.
Un héroe que quitaba las lágrimas de mi rostro y ponía una sonrisa con sus cosquillas.
Pero ahora no hay nadie que me quite las lágrimas, el miedo horrible que siento de creer que ese maldito entrará por la ventana a terminar lo que empezó.
Tengo tanto miedo y mi héroe, mi padre no está conmigo.
El siempre decía que las princesas son felices siempre pero ahora no lo estoy, ahora mismo me acabo de terminar se bañar por tercera ocasión en esta noche pero aun me siento sucia.
Y eso que no me hizo mucho pero me siento tan mal por lo que paso.
Oh papá mi héroe ¿Dónde estuviste cuando ese hombre metió la mano bajo mi falda y desabrochó mi blusa?
Papito ven conmigo y abrázame fuerte, defiendeme de ese dragón malo que me hizo sentirme sucia y avergonzada.
Por favor te pido que me defiendas y me cuides como cuando era niña pues aun a mis 14 años te necesito.
Tocan la puerta y me sobresalto pensando que es Alejandro.
-Paulina: Hanna vamos baja a cenar se enfría hay lasaña.
Doy un respiro de alivio y me seco las lágrimas, no ha entrado sólo está tras las puertas pero debo salir si ella me ve así empezará a interrogarme. Y siempre a sabido sacarme la verdad a como de lugar sólo que esta vez si hablo podría salir perjudicada.
-Si, si ya voy bajo enseguida.
Me levanto de la cama, me pongo las pantuflas para arreglar un poco mi cabello.
Frente al espejo de mi habitación levantó mi blusa un poco y veo el moretón que a dejado ese idiota, sin duda tratar de gritar no de buena idea.
Fue también listo para dejar una marca donde no se viera.
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Sin mas bajo mi blusa y abro la puerta, ahí esta mi hermana algo arreglada con ropa de casa mirándome sonriente.
-Paulina: Anda baja que quiero presentarte a un amigo su nombre es Miguel te va encantar baja ya.
Acomoda un poco mi cabello y sacude mi ropa al parecer es muy importante ese tal Miguel para mi hermana o no se tomaría la molestia de arreglarse para cenar en casa.
Al momento que moja sus dedos con su lengua y se acerca a mi para limpiar mi cara la aparto.
-Ni se te ocurra echarme de tus babas te lo advierto.
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Ella rueda los ojos y limpia su mano en su ropa luego sonreír.
-Paulina: De acuerdo pero baja ya y limpiate la cara está un poco sucia sólo un poco.
Sin más se da la vuelta y baja a lo que la sigo pero claro ahora me fijo en un espejo qye esta junto a la escalera y me doy cuenta que tiene razón tengo un poco de chocolate en ella, así que limpio mi cara con una toallita húmeda y bajo.
Desde aquí puedo escuchar risas y voces, bueno debe ser ese tal Miguel no tengo otra más que bajar aunque no tenga muchas ganas.
Pues ahora solo se que en este momento necesito tanto a mi héroe.
