Capitulo 27: ¿El amor todo lo puede?

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POV Paulina (Ese mismo dia en la noche):

-Aghhhhh maldita sea, la voy a matar!

Tome un martillo de la caja de herramientas y me disponía a salir hecha una furia pero Miguel me detuvo.

Estábamos en la cochera de mi casa.

-Miguel: Oye calmate ¿Que vas a hacer con eso?

-Hacerle lo mismo que le hizo a mi hermana, esa maldita guardia va a pagar, le golpeare los dedos con esto hasta quebrarselos tal cual ella lo hizo con mi hermanita.

Le enseñe el martillo en su cara para que viera que no estaba jugando, yo estaba con los ojos rojos completamente llena de impotencia por lo sucedido.

Esa guardia debe pagar por lo que le hizo a mi hermana, nadie lástima a Hanna sin pagarla.

-Miguel: No, no saldrás.

Lo miro alzando una ceja ¿A caso está dudando de mí, me está retando? Lo rodeó para salir pero antes de que habra la puerta, me toma de la cintura y me da ma vuelta de nuevo a mi lugar anterior, vuelve a ponerse en la puerta.

-Noooo, déjame salir tengo que darle su merecido.

Me trató de zafar de su agarre pero es fuerte, no me está lastimando pero me mantiene agarrada, sigo intentado zafarme, tengo el martillo en mi mano y empiezo a llorar moviendome desenfrenadamente.

-Sueltame ahora o te juro que...

-Miguel: Oye calma cejitas, todo estará bien te lo prometo.

"Todo estará bien" cuanto odio esas palabras, siempre las dicen cuando todo está mal o va a empeorar o simplemente no se sabe que pasara.

Sigo intentandome zafar pero el no me suelta, al contrario hace que habrá mi mano donde tengo el martillo y este cae al suelo escuchandose el gran ruido en eco de como se estrella contra el duro suelo.

-Miguel: Yo estoy aquí cuidandote, anda llora puedes hacerlo, no voy a juzgarte y quedará entre nosotros.

Su voz están delicada, tan suave y tan reconfortante que estoy a punto de romperme.

-Yo la mande ahí, es mi culpa...

Digo antes de romper en llanto, un llanto tan incontrolable que agradezco estar en la cochera para que Hanna no escuche.

Miguel me da la vuelta para abrazarme, lloro en su pecho, Hanna podría perder la función de su mano por mi culpa.

Ella ahora está descansando en su habitación, se tomó las pastillas para el dolor y le dieron sueño, así que se quedó profundamente dormida

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Ella ahora está descansando en su habitación, se tomó las pastillas para el dolor y le dieron sueño, así que se quedó profundamente dormida.

Cuando la trajimos de casa del hospital no dijo nada, sólo miraba a la ventana en silencio, no me habló ni me miro aunque bueno no lo hacia con nadie.
Ahora estaba dormida y era bueno debía descansar.

Tras los pasos de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora