Narra Lenna.
Me desperté porque una voz muy suave —casi angelical— me llamaba por mi nombre, alejándome de los brazos de Morfeo. Abrí los ojos lentamente y ¿Qué rayos ocurría? ¿Estábamos en una comisaria? Entonces recordé. Esperábamos a que liberaran a mi hermano, preso por golpear a Víctor. Me di cuenta de que no habían pasado más que dos horas, porque aún seguíamos ahí. Luego me di cuenta de lo peor, que había dormido sobre el hombro de Sam y ¡por Dios! ¿Por qué siempre tengo que pasar vergüenza? Seguramente lo incomodé, pero como es una buena persona no dijo nada. Mientras más conciencia tomaba, iba memorizando los últimos hechos y a decir verdad todo parecía una vida de locos, sacada de una asquerosa película dramática. ¡Casi me entrego a Víctor! Pero Sam apareció justo a tiempo para no permitir que eso ocurra y la verdad, no puedo estar más agradecida. Obviamente yo no quería irme con mi padrastro, de ninguna manera, pero como no tenía opción... En fin, Sam no solo me salvó, sino que también trajo consigo buenas noticias.
La verdad es que odio llorar, odio dar lastima y que los demás me van mal, pero no pude evitar el último momento de debilidad. Juro que sentía que explotaría, que todo de mí se saldría y dejaría de callar tantas cosas. Tenía a Sam ahí, escuchándome e incluso incitándome a hablar, pero yo no quiero quedar como una niña tonta e indefensa. Solo... quiero solucionar mis problemas por mi cuenta, él hace demasiado por nosotros, demasiado.
Su manera de despertarme era suave, tranquila, así que no me alarmé porque probablemente estaba a punto de decir algo bueno y afortunadamente así fue.
— ¿Todo bien?— pregunté, mientras me componía de mi adormilado estado. Me senté más erguida, tomando una postura derecha y acomodé un poco mi cabello. ¿Para qué? No lo sé, si era más que obvio que me veía hecha un desastre.
—Oh, justo. Ahí está Zac— señaló un pasillo y al observar, pude ver a mi hermano caminando hacia a nosotros. ¡AL FIN! No se dan una idea de cómo se calmó todo en mi interior al verlo sano y libre. Sin embargo, lucía enojado, como la última vez que lo vi salir de casa. Yo no olvidaba que habíamos discutido, pero los hechos demostraron que era yo la que estaba en lo correcto... Víctor no tardó en vengarse de Zac, y aunque después de todo fue un susto, pudo haber sido mucho peor. Pero ya no me importaba aquello, solo quería borrar la discusión de mi mente y abrazarlo. Así que en cuanto lo tuve en frente, sonreí y lo abracé con fuerzas.
— ¡Zac! ¡Estás bien!— murmuré mientras lo rodeaba con fuerzas y el correspondía aquel gesto. Me sentía como una niña pequeña, aquella niña que solía correr abrazarlo cada vez que lo veía llegar a casa. Fui la típica hermana pequeña que sigue a su hermano mayor a todas partes y muchas veces lo agobiaba, hasta hacerlo enojar. De grandes dejé de seguirlo un poco, pero toda esa admiración que siento por él nunca va a irse.
— ¿Hace cuánto están aquí?— preguntó mientras nos separábamos y él le extendía la mano a Sam para saludarlo.
—Como dos o tres horas— respondí. —Tienes que agradecerle mucho a Sam, por él estás aquí fuera— expliqué rápidamente. No sé porque tuve que aquel ataque repentino de hablar.
—Gracias— dijo dándole un fuerte apretón de manos. —La verdad me pareció raro que me dejen salir tan rápido— entonces volví a abrazarlo, esta vez amarrándome a su cintura. Recordar que Víctor estuvo a punto de lastimarlo me ponía realmente mal.
—Sé que no te gustan los abrazos, pero tenía tanto miedo de que te hicieran algo— murmuré. Al instante sentí el impulso de mi hermano a abrazarme con más fuerzas, supuse que se dio cuenta de que yo aún continuaba asustada por todo lo ocurrido. No era solamente el miedo lo que me invadía, también estaba casada, muy cansada. Realmente deseaba, pedía cada día que Víctor nos dejara en paz, que siguiera su vida a su modo pero olvidándose de nosotros. El dinero no me interesaba en absoluto, ni la casa, ni mis objetos, yo solo rogaba tranquilidad.

ESTÁS LEYENDO
My wonderwall.
ActionLa inocente y dulce Lenna, logra escapar de las garras de su padrastro tras seis meses de encierro y privada de su libertad. Golpeada y herida, consigue llegar por sus propios medios hasta el departamento de su hermano mayor, con quién hace tiempo h...